viernes, 17 de febrero de 2012

Cinco caminos para la nueva evangelización del I.D.R.

La nueva Evangelización tiene que ser totalmente espiritual, y lo vemos cuando leemos y meditamos los documentos del Sagrado Concilio Vaticano II, pero los corazones que no se familiarizan con la vida de oración, entienden la “Nueva Evangelización” con un “espíritu” que no procede del Espíritu Santo. Y eso que me refiero es otro de los temas.

Nos urgen el tiempo de que la Nueva Evangelización para que Cristo reine. De hecho, por causa de la superficialidad, todavía Cristo no es amado por todos. Porque amar a Cristo es cuánto más dedicación dediquemos a la vida de oración y contemplación, ya sea en comunidad como en privado.
En la Nueva Evangelización se nos enseña que debemos mirar al mundo con los ojos de Cristo, pero sin ser del mundo. Aprendemos que tiene su fruto cuando dejamos que sea Dios quien haga crecer.
«Nuestro Señor Jesucristo no hizo sus primeros discípulos por otro camino distinto al de la oración. » (Monseñor Carlos Osoro)
Esto es un dato importantísimo para la Nueva Evangelización, sin oración es imposible evangelizar. Ahora bien, pero cuando más perfecta es nuestra oración, vamos a entender que determinados “métodos que el mundo ofrece”, mediante la modernidad mundana,
Ayer escuché otra forma de “evangelizar”, es reunir a todas las personas, y jóvenes, y entre alborozo y bailes, y bebidas, pretenden hacer su “evangelización” “discotecas cristianas”, pero del mismo modo, que el “rock cristiano, heavi metal, rap, etc” nada de esto procede del Espíritu Santo, sino de este mundo. Incluso hay protestantes, que ven una grave irreverencia, cuando en Brasil se habla de “cristoteca”, pero si no hay amor de Dios, no se ve como malo, ya que estas ideas proceden de los adoradores del mundo, que quieren atraerse a todos los cristianos, vaciarlo de Cristo y llenarlo del mundo, hasta la pérdida definitiva del sentido del pecado.
Estas formas dicen que es para atraer a los jóvenes a la Iglesia, pero resulta, que no son novedades, me parece haberlo dicho en otra ocasión. Más de diez años los mundanos hacen este tipo de “evangelización” ¿Por qué se cree que es una novedad” pongo el siguiente ejemplo. Un correo llega a un destino, diciendo que es urgente, que un enfermo necesita una donación de sangre para salvar la vida, que los que quieran participar deben reenviar a más personas este mismo correo. Los que lo reciben, no saben que es una noticia engañosa en unos casos, y en casos generales, esta misma noticia tiene ya más de 15 o veinte años, o más que circula por Internet, y hay quien se creen esos engaños.
Si la noticia de la “nueva evangelización”, en algunos canales de  televisión, es como si fuera una novedad, pero también tiene más de quince años de antigüedad como poco. Y en la actualidad el Santo Padre habla de que las iglesias siguen saliendo los jóvenes.
Por lo tantos los métodos para la Nueva Evangelización debe ser enteramente espirituales, sin ningún tipo de mezclas mundanas. El hombre no tiene poder para hacer crecer las masas, es decir, el gran número de personas que acuden a esos conciertos de grupos de cantantes, que no viven el espíritu cristiano, pero quieren ganarse un público cristiano, con letras cristianas, pero no para llevarlos a Dios. Son los mismos jóvenes que acuden a esos conciertos, pero que no se animan a vivir la vida de santidad.  Y no es ninguna exageración, que por menos de eso, muchos jóvenes han perdido la fe, el respeto al Señor, las profanaciones y un gran número de desordenes y desprecios al Santísimo precisamente, porque no se preparan para la Vida Nueva en la imagen de Jesucristo; los sacrilegios son terribles. Los amigos del mundo son enemigos de Dios (cfr St 4, 4).
Continuará…
Las cartas de monseñor Carlos Osoro, está en la misma línea de lo que nos enseña el Santo Padre Benedicto XVI, al mismo tiempo, por eso, cualquier persona no está capacitada para la Nueva Evangelización porque no vive en profundidad con la fe de la Iglesia Católica, y no tiene interés en conocer las palabras del Santo Padre. 
Domingo 19 de Febrero de 2012
Cinco caminos para la nueva evangelización del I.D.R.
  El Itinerario Diocesano de Renovación nos presenta cinco caminos para realizar la nueva evangelización. Una de las preguntas que siempre nos tenemos que hacer es ¿cómo se realiza hoy la evangelización y cuáles tienen que ser sus dimensiones o caminos propios? Quizá la respuesta la podamos dar desde aquella dirección que caracterizó a la Iglesia desde sus comienzos y que nos remite a Jesucristo Resucitado. El Evangelio de San Mateo (cf. Mt 28, 19-20) nos lo dice y nos habla de cinco dimensiones. Una primera es sobreentendida, no se dice explícitamente, pero va implícita en el mandato del Señor y se trata de que, en la predicación y en el anuncio, se predique una cultura abierta; la segunda nos habla de un camino misionero: “Id a todos los pueblos”; la tercera nos remite a realizar un camino pastoral: “Haced discípulos”; la cuarta nos expresa el camino litúrgico: “Bautizadlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”; y la quinta se refiere al camino profético: “Enseñadles a cumplir cuanto os he enseñado”. Por tanto, son cinco caminos necesarios también en la nueva evangelización.
 
Establecer una cultura abierta 
¿Qué quiero decir cuando os hablo de este camino? Sencillamente, que si la cultura es aquella actividad que le hace posible al hombre estar en el mundo precisamente en cuanto hombre, es decir, como ser dotado de sentido, abierto a la trascendencia, necesitado de configurar el entorno, ordenado al prójimo como a un tú en libertad, capaz de hacer de cualquier medio expresión de su mundo interior, entonces la apertura a Dios, el sabernos decir desde Dios, el configurar nuestra existencia desde Él y mirar a los demás y al mundo desde Él, es un imperativo para establecer una cultura abierta.
Se trata de una cultura en la que el hombre esté en su centro, con su condición sagrada, no por la situación en que se encuentra, por el oficio que desempeña o la rentabilidad que tiene en la vida. Es abierta la cultura cuando le hace descubrir al hombre todas sus necesidades, entre las que se encuentra como una fundamental, la necesidad de Dios. Es abierta porque le hace al ser humano consciente de su realidad y capaz de cumplir con su responsabilidad. Es abierta la cultura cuando prepara al hombre para el servicio y no para el dominio egoísta. Es abierta porque le hace descubrir al ser humano esa hendidura que corre por todo nuestro ser y lo agrieta y nos hace estar constitutivamente abiertos a la transcendencia. Porque la cultura es lo que abre el mundo al hombre, para que éste lo perciba como realidad, como punto de apoyo y despegue al mismo tiempo, como lugar al que llega para ser y como espacio desde el que se trasciende a sí mismo. Toda la vida de Nuestro Señor Jesucristo es un querer situar al ser humano en su verdadera y auténtica realidad, ya que ponerlo en otra es engañarlo y destruirlo. Una nueva evangelización parte siempre de mostrar al hombre esta realidad que, muy a menudo, se le ha nublado y, en muchas ocasiones, oscurecido.

“Id a todos los pueblos” o camino misionero 
El primer mandato de Cristo Resucitado apunta a la universalidad. De tal manera que hay una primera sugerencia, la de que todos los bautizados somos enviados y llamados a la misión; pero también hay una segunda que nos llama a la universalidad de la misión y viene dada por la dirección en la que la señala, es decir, ese “id” a saber “a todos los pueblos”. De tal manera que este mensaje concierne a todos los hombres y a todas las naciones. Se trata de anunciar al Dios de todos los seres humanos y que nosotros confesamos como el “Creador del cielo y de la tierra”. Su mensaje está destinado a todos los hombres.
Hay una condición para que esta universalidad se ponga en movimiento: la dinamización de la fe de todos aquellos que son enviados. De tal manera que una Iglesia misionera no se puede limitar a esperar que la gente acuda a ella, sino todo lo contrario, es la Iglesia que sale al encuentro de todos los hombres en todas las situaciones en que estén, porque la mueve Jesucristo que vino a salvar a todos los hombres. Es la Iglesia que, como Jesucristo, se interesa por las preguntas más fundamentales de la existencia humana: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿A dónde voy?
“Haced discípulos” o camino pastoral 
Nuestro Señor Jesucristo no hizo sus primeros discípulos por otro camino distinto al de la oración. Recordemos estas palabras: “Por aquel tiempo subió a una montaña a orar y se pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a los discípulos, eligió entre ellos a doce y los llamó apóstoles” (Lc 6, 12-13). La vocación de los doce nace de la noche de oración. De aquí se derivan perspectivas importantes para la nueva evangelización. Entre otras, que, también en la actualidad, la obtención de nuevos discípulos para Cristo acontecerá inicialmente en la oración. Por eso, la oración debe ser el centro íntimo de la evangelización. Y es que tenemos que ser conscientes de que no somos nosotros quienes ganamos personas para Cristo, sino que las recibimos de Dios. La oración debe ser la meta verdadera, pues de Dios únicamente se puede hablar si también se le habla a Él y se habla con Él. Todo hablar sobre Dios es lo que constituye el centro de la nueva evangelización. La nueva evangelización será escuela de oración con todo lo que esto supone y significa. La misión de Cristo, tiene por meta la “communio” de los hombres con Dios y entre sí, que se abre a la “missio”. Y como Él la realizó, la tenemos que realizar los hombres. Los discípulos sabemos que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro.
“Bautizadlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” o camino litúrgico  
En los orígenes de la Iglesia el Bautismo estaba asociado con una conversión radical, que incluía una transformación y una purificación. Del mismo modo, la evangelización hoy no es posible sin una disposición a la conversión y a un cambio de mentalidad. La nueva evangelización tiene que ser iniciación a la vida con el Dios vivo, que se nos ha mostrado en Jesucristo y que nos reúne en comunidad. Esta evangelización tiene que realizarse por un vivir con plenitud el Bautismo y también por la celebración de la Eucaristía. Daos cuenta que la Eucaristía y la misión forman una unidad.

“Enseñadles a cumplir cuanto os he enseñado” o camino profético 
La palabra evangelización contiene el término “evangelio”, que designa aquello que debe ocurrir en el centro de la transmisión de la fe. Y este centro no es otro más que Jesucristo. Nuestro Señor, a diferencia del emperador romano, no proclama bandos o decretos, sino que Él es el “evangelio”, es el Hijo de Dios en persona, posee la clave de la verdad y con ello la auténtica alegría. La fe cristiana tiene que ser percibida como realmente evangelio, como a Aquél que nos entrega la verdadera alegría y es el camino, la verdad y la vida. La nueva evangelización es enseñar esto. 

Con gran afecto, os bendice
 + Carlos, Arzobispo de Valencia 

2 comentarios:

  1. La nueva evangelización es muy importante, ya que es la forma de ir con los tiempos. Me ha gustado mucho la entrada. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  2. Estimada hermana, gracias por este texto muy rico en verdad, pienso que la nueva evangelización es proceso, todos todos estamos llamados a evangelizar con nuestras vidas, ser evangelios vivó de Cristo el Señor, gracias una vez más buen fin de semana y la paz de Cristo habite en usted en toda sus riqueza.

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