viernes, 27 de enero de 2012

San Isidoro de Sevilla: «La oración es propio del corazón, no de los labios»

No es suficiente con aprender los que nos enseñan los Santos Padres sobre la Oración interior, que es más importante llevarlo a la práctica.
Debemos fijarnos, en el modo en que oramos, si sale sonido de nuestros labios, es que hemos dejado la puerta de nuestra habitación, aposento abierta, y en vez de oraciones sale de nosotros: “chichisbeo”, en este desorden ya el alma no se centra en Dios, por tanto, no se está orando como es debido. La buena noticia es que el Señor nos concede la capacidad de corregirnos, de mejorar nuestra oración, y ser verdaderos adoradores.

Cuando oramos mal entre “chichisbeos”, nuestra mente no se ocupa absolutamente de Dios para nada, yo he tenido esa mala experiencia, que creía que con el sonido de mis palabras, estaba dedicándome a Dios, y no era así, los problemas se me presentaba como tormentas, terribles tempestades en mi interior. Mi vida comenzó a cambiar cuando por primera vez el Papa Juan Pablo II vino a Valencia el 8 de noviembre de 1982.  Y viéndolo por la televisión, empecé a interesarme por la vida religiosa.

Pero cuando el Señor ayuda, y sólo ayuda cuando nos disponemos para ser almas de oración, aquellas tormentas se cambiaba en serenidad y paz, gracias a la virtud de la oración hecha en espíritu y verdad.

El chichisbeo hace que el alma se hinche de soberbia, de orgullo, de amigo de provocaciones y amenazas, no hay adelanto espiritual, sino un estancamiento en la conducta del hombre viejo con su soberbia e impertinencia, que siempre quiere tener la razón en donde no la puede ver. Sólo aprendiendo a orar con el corazón, veremos cada vez una luz que se expande, y el deseo de orar conforme lo enseñado por Cristo y la Iglesia, nuestro corazón será más humilde, porque Cristo viene a nosotros.

San Isidoro de Sevilla: «La oración es propio del corazón, no de los labios, pues Dios no atiende las palabras del que suplica, sino mira el corazón del que ora. Pero ora en secreto y calla la  boca en secreto y la voz calla, aunque (la plegaria) se oculte a los hombres, no puede ocultarse a Dios, que está presente en la conciencia. Efectivamente, es preciso orar interiormente en silencio, sin sonidos de palabras, que con las solas palabras, sin aplicación de la mente» (del libro III de las sentencias, cap VII, 744. pág.80. Apostolado Mariano. Sevilla)

1 comentario:

  1. Estimado hermano , gracias por este aporte lleno de gracia, es verdad la oración es tan necesaria como el respirar de cada dia hermano buen fin de semana,Dios sea con usted.

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