jueves, 22 de diciembre de 2011

No tengamos miedo de vencer todo respeto humano.

En mi reflexión, trato de dos asuntos, como no dejarnos vencer por los respetos humanos, y por la defensa de la virtud de la pureza.

Ser cristiano es imitar a Cristo y a la Santísima Madre de Dios.

Hermano, hermana, si tienes un blog, y un alma que está en el pecado de la impureza, dice que gusta de las palabras del Papa, del Evangelio, de las enseñanzas de Cristo, al mismo tiempo que quien se lo dice, tiene un blog, o cualquier medio donde escribir por Internet ¿usted se lo cree? Tenga en cuenta mi buen hermano, hermana que si tienes un blog para anunciar el mensaje de Cristo, no debe consentir que sea un portal por donde se cuele por medio de comentarista, el humo de Satanás.
Teniendo en cuenta que "las confesiones del impuro no surte efecto" (San Alfonso María de Ligorio), tampoco habrá sinceridad cuando dice que le agrada las palabras de los santos, pero no renuncia a sus vicios ni pecados, no dicen la verdad, según leemos también en la doctrina de los Santos Padres de la Iglesia. No se debe creer jamás las palabras del impuro, porque son palabras mentirosas, palabras huecas que con adulaciones quieren incluir su blog cuando comenta, no busca a Cristo, sino que se está burlando del cristiano, y también de la Iglesia Católica cuando incluye su propio blog que contiene elementos impuros, pornográficos. Sinceramente, cuando alguna vez oigo una noticia de que por un cristiano, ha cometido tal fechoría, ya acusan a toda la Iglesia Santa, la verdad es que no sienta nada bien. Falta la caridad en la mayoría de los medios de comunicación.

Las entradas de comentarios de los que viven la impureza, buscan seducir, pero no todos nos dejamos engañar.

 Por amor a Cristo, por la Caridad de nuestro Salvador Jesucristo, no se deje engañar por esos mentirosos, pues no tienen intenciones de cambiar sus intenciones impuras.  Quieren que usted se descuide pues quiere atraparle en su propio terreno, y luego dirán, "Míra tengo visitas este o aquel católico o católica, que hablan del Evangelio pero vienen a mi blog que contiene estas cosas que no acepta Dios ni la Iglesia", así es como obra el demonio, atraer a los descuidados a su propio terreno, con mucho engaño, y sin apenas darse cuenta, pierde méritos ante el Altísimo.

Se puede encontrar incluso en Internet, en que los Santos Padres, dicen que el mayor número de almas que terminan en el infierno, son por los pecados de impurezas. Y nuestros blogs católicos, incluso en la entrada de los comentarios, hemos de examinar muy bien a quien debemos permitir y a quien debemos cerrar la puerta. Insisto que quien se habitúa en una conduca de impurezas y lo extiende por Internet, está mintiendo, no quiere convertirse a Cristo. Si es lo que dice que se quiere convertir, ¿a qué viene esos enlaces tan perversos?
Respecto al texto de las Sagradas Escrituras que expuse en el anterior post,

«Nuestra exhortación no procede del error, ni de la impureza ni con engaño, sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres sino a Dios que examina nuestros corazones. Nunca nos presentamos con palabras aduladoras, ni con pretexto de codicia, Dios es testigo, ni buscando gloria humana, ni de vosotros ni de nadie». (1Ts 2, 3-6) .

Es preciso recordar estas palabras, porque si lo que pretendemos es defender los derechos de Cristo, nos encontraremos con personas que no lo comprenderán y se sentirán dolida. Pero sentirse el alma dolida porque se anuncia la verdad, incluso para que se haga una violencia en sí mismo para no condenarse, si se halla sumergido en el pecado, a fin de que se salve. 

Recuerdo que hace años leí un ejemplo que San Juan Bosco vio en uno de sus sueños proféticos. Hubo un pajarillo que se cayó de la rama de un árbol, el santo iba detrás para ayudar a la avecilla, pero ésta no prefería alejarse del santo, no pudo atrapar al pequeño pájaro, pero de pronto, saltó un gato sobre la avecilla y la mató, el santo no pudo hacer nada para salvarlo. 
Este siguiente ejemplo me sucedió a mí, yo tenía un gato en casa, un pajarillo, cayó desde el tejado al patio de mi casa, el gato estaba precisamente allí, cuando vi en su boca que traía algo, me di cuenta que era un pajarillo, no quería soltar al ave, pero yo sin hacer daño al gato, le abrí la boca y el pájaro se libró de una muerte, lo solté por la ventana, y el pobre pajarillo voló, se posó en una ventana, casi una hora estaba allí, y luego se recuperó del todo y se fue a otra parte. 
Con esto quiero decir, que si es necesario para transmitir el mensaje de Cristo, algunas personas se sentirán dolidas, pueden recuperarse de la reflexión que lee o no querrá, que eso ya es cosa de Dios y la disposición del alma. 
Nunca tratamos de hacer daño a nadie ni con palabras ni con obras, porque debemos tener presente la caridad, porque sin la caridad no puede haber salvación eterna. Luego, cuando se mete por medio “los respetos humanos”, ya no hay caridad ni preocupación por el bien del alma. 
En una ocasión leí, no recuerdo en dónde, si fue en los escritos de Santa María Kowalska o por la conversación del Santo Padre Pío con Cristo. Que muchos cristianos con su silencio hacen sufrir a Cristo. «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. (Mt 12, 30; Lc 11, 23) 

Para no desparramar y permanecer con Cristo, es necesario decir las cosas por su nombre, pero sin insultos ni gritos, eso se comprende, porque cuando se obra mal no se está con Cristo, como tampoco los respetos humanos.

Un caso que me sucedió, una persona que se portaba bien conmigo, con trato cristiano, pero tenía un problema, como era mayor, casado, mientras andábamos, él se paraba para mirar a mujeres más jóvenes que él, le advertí con caridad, que eso no debe hacerlo. Tiempo más tarde, me invitó a ir a una casa para hacer un trabajo de albañilería, había un matrimonio pobre, y en un momento de descanso, tan solo con un pantalón corto, sin camisa, obligó a la mujer que bailara con él, ella no quería, ella tanto como el marido, tuvieron que soportar esa vergüenza. Sin decirle que me marchaba, me fui, pues no quería ser cómplice de la maldad.

Pasaba el tiempo, y yo no quería encontrarme con él de ninguna manera. Y comprando en un mercado, él me vió, y tuve que decirle ciertas cosas, le recomendé que le pidiera perdón a su mujer por esa aberración, y que se acercara al sacramento de la confesión, él se negó rotundamente, entonces le dejé y me marché. 

Hay personas que se sienten sóla, que para atraer ciertas amistades católicas pueden hablar diciendo, “Qué bien explicas las cosas, son maravillosas las palabras del Señor”, etc. Pero luego no quiere salir de sus vicios, cualesquiera que sean, Son personas que adulan, pero prefieren estar sumergidos en sus iniquidades. Son personas que se burlan de la moralidad, desprecian la virtud de la castidad. La hipocresía forma parte de los incorregibles.

No son únicos casos, pues suceden tanto en Internet, que es más grave, que cuando no se usa este medio. Por ejemplo, cuando uno aprovecha ciertos momentos para anunciar el Evangelio de Cristo, ya en un trabajo, ya en un curso de estudio… a personas que parecen que le agradan el Evangelio de Cristo, pero de lo que hay en su corazón se hace notar por los frutos que luego hacen, con sus palabras cuando conversan, gestos, miradas con intenciones carente de toda pureza de virtud. 

Ha habido cristianos que por fiarse de estas intenciones de personas con intenciones verdaderamente engañosas han caído de una forma vergonzosa, no le daban importancia a esos pequeños engaños, y ahora entre ellos, están pasándolos muy mal, y arrepentidos de haber perdido méritos ante el Señor por causa de los respetos humanos. 

Aprovecho también para recordar, que lo que escribimos no es para granjearnos la gloria humana, sino el beneplácito de Dios, el tentador en ocasiones nos ciega para que no nos demos cuenta, y disfrutemos cuando otros nos felicitan o aplauden, no quiere el demonio que nos demos cuenta, que es así cuando perdemos méritos ante Dios, y nos ponemos en lugar de Cristo. Hemos de tener mucho cuidado, ser prudente, porque no vamos a estar dispuestos a arruinarnos por causa de las tentaciones de vanagloria. 
Estar con Cristo y no desparramar. Debemos ser puros de corazón, en intenciones, en pensamientos, en obras, en todos los sentidos, y no dejarnos engañar por personas que han sido enviadas por el Maligno para hacernos caer. Rechazar el mal es reflejarnos en Cristo Jesús. El creer los engaños del príncipe de las tinieblas, es ir retrocediendo ante Cristo por agradar al impuro, no puede ser asi, debemos ser valientes, y no miedosos ni superficiales, no acobardarnos por defender los derechos de Cristo Jesús con el amor a la Santa Madre Iglesia Católica.

Meditemos la siguiente reflexión de San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia
De los sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 47, Sobre las ovejas, 12-14: CCL 41, 582-584)
Liturgia de las Horas, Martes de la Semana XIII, págs. 359-361
Si buscare agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo
Si de algo podemos preciarnos es del testimonio de nuestra conciencia. Hay hombres que juzgan temerariamente, que son detractores, chismosos, murmuradores, que se empeñan en sospechar lo que no ven, que se empeñan incluso en pregonar lo que ni sospechan; contra esos tales, ¿qué recurso queda sino el testimonio de nuestra conciencia? Y ni aun en aquellos a los que buscamos agradar, hermanos, buscamos nuestra propia gloria, o al menos no debemos buscarla, sino más bien su salvación, de modo que, siguiendo nuestro ejemplo, si es que nos comportamos rectamente, no se desvíen. Que sean imitadores nuestros, si nosotros lo somos de Cristo; y, si nosotros no somos imitadores de Cristo, que tomen al mismo Cristo por modelo. Él es, en efecto, quien apacienta su rebaño, Él es el único pastor que lo apacienta por medió de los demás buenos pastores, que lo hacen por delegación suya.
Por tanto, cuando buscamos agradar a los hombres, no buscamos nuestro propio provecho, sino el gozo de los demás, y nosotros nos gozamos de que les agrade lo que es bueno, por el provecho que a ellos les reporta, no por el honor que ello nos reporta a nosotros. Está bien claro contra quiénes dijo el Apóstol: Si siguiera todavía agradando a los hombres, no sería siervo de Cristo. Como también está claro a quiénes se refería al decir: Procurad contentar en todo a todos, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos. Ambas afirmaciones son límpidas, claras y transparentes. Tú limítate a pacer y beber, sin pisotear ni enturbiar.
Conocemos también aquellas palabras del Señor Jesucristo, maestro de los apóstoles: Alumbre vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo, esto es, al que os ha hecho tales. Nosotros somos su pueblo, el rebaño que él guía. Por lo tanto, él ha de ser alabado, ya que él es de quien procede la bondad que pueda haber en ti, y no tú, ya que de ti mismo no puede proceder más que maldad. Sería contradecir a la verdad si quisieras ser tú alabado cuando haces algo bueno, y que el Señor fuera vituperado cuando haces algo malo.
El mismo que dijo: Alumbre vuestra luz a los hombres, dijo también en la misma ocasión: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres. Y, del mismo modo que estas palabras te parecían contradictorias en boca del Apóstol, así también en el Evangelio. Pero si no enturbias el agua de tu corazón, también en ellas reconocerás la paz de las Escrituras, y participarás tú también de su misma paz.
Procuremos, pues, hermanos, no sólo vivir rectamente, sino también obrar con rectitud delante de los hombres, y no sólo preocuparnos de tener la conciencia tranquila, sino también, en cuanto lo permita nuestra debilidad y la vigilancia de nuestra fragilidad humana, procuremos no hacer nada que pueda hacer sospechar mal a nuestro hermano más débil, no sea que, comiendo hierba limpia y bebiendo un agua pura, pisoteemos los pastos de Dios, y las ovejas más débiles tengan que comer una hierba pisoteada y beber un agua enturbiada.

Para saber más:

No hemos de perder de vista la pureza de vida, Dios nos ama, y las impurezas es un rechazo al Amor de Dios, es ir perdiendo de vista el camino de la salvación eterna. El enemigo de las almas ha conseguido que el mayor número de pecadores porque terminan en el infierno, es por los pecados de impurezas. Posiblemente, si se admite en blogs católicos, "A mí no me pasará nada, porque no lo miraré", al principio puede creerse eso, pero ya el demonio aprovechará como lo tiene tan cerca, caiga. Y por otra parte, también pueden caer los débiles. "Me llama la atención este enlace que está en este portal católico, no será tan malo, cuando ya lo permitido este autor católico"; entonces, entra, y ahí se encuentra el alma débil atrapado en el pecado.

 «No te precipites (...), no te hagas partícipe de los pecados ajenos. Consérvate puro». (1 Tm 5, 22), No hemos de ser ocasión de tropiezo para los débiles, pues tampoco somos fuertes en Cristo Jesús, si caemos en esas tentaciones seductoras del pecado.

Una de las cosas que he presentado batalla, son las tentaciones de impureza, por la que el demonio, no hace más que estorbar una y otra vez, pero en Cristo salimos triunfante, y como recomienda los Santos Padres, hay que huír de las ocasiones peligrosas.

Sería una gran alegría que el hermano, la hermana que padece esta esclavitud del demonio como es la impureza, encontrara la solución. Y se le recomienda que empiece por una nueva vida según Cristo, destruir todo lo que ha sido ocasión de pecado,

¡Ay de aquel hombre o de aquella mujer de quien venga el escándalo...

«¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene! «Si, pues, tu mano o tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo y arrójalo de ti; más te vale entrar en la Vida manco o cojo que, con las dos manos o los dos pies, ser arrojado en el fuego eterno.  Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te vale entrar en la Vida con un solo ojo que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna del fuego. (Mt 18, 7-9)»

 Ir también: Libérese de la pornografía

Veamos ahora ...;
La virtud de la Pureza

Cristo nos conceda a todos los que nos esforzamos por la Nueva Evangelización con el Papa, no dejarnos engañar por los enemigos de la virtud de la pureza.

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