Estas fotos las tomé el 15 de enero de 2010, con una video cámara Sony.
Hubo una tempestad muy fuerte en la comarca, tejas que cayeron del tejado que mató a una señora que pasaba por debajo, árboles arrancados, rotos, farolas rotas por la caída del árbol. Y muchas personas se imaginan vencer a la naturaleza, pobrecillos. Las tempestades no son nada en comparación con el pecado consentido que va arrasando y destruyendo al alma y a la misma persona.
Toda la noche hubo un viento fortísimo, le dieron el nombre de "ciclogénesis explosiva"
Hubo una tempestad muy fuerte en la comarca, tejas que cayeron del tejado que mató a una señora que pasaba por debajo, árboles arrancados, rotos, farolas rotas por la caída del árbol. Y muchas personas se imaginan vencer a la naturaleza, pobrecillos. Las tempestades no son nada en comparación con el pecado consentido que va arrasando y destruyendo al alma y a la misma persona.
Toda la noche hubo un viento fortísimo, le dieron el nombre de "ciclogénesis explosiva"
- El concepto de ciclogénesis explosiva o “bomba meteorológica ...
- Llega la ciclogénesis explosiva. Las Provincias
Algunas horas más tardes, ya estaban los trabajadores del Ayuntamiento para ir quitando los destrozos
Ya iban recortando los troncos de los árboles para cargarlos en la furgoneta
Se comprende que también la tempestad, hizo lo suyo en otros parques de distintas ciudades.
¿Qué podemos sacar de todo esto? Hemos de estar preparado para cuando el Señor nos llame, la vida en Gracia de Dios es necesario para salir triunfante de lo que nos espera, pero que aquellos que esperamos debe ser la alegría de salvarnos, y sólo con la oración perseverante, que tanto necesitamos, no terminaremos en desastre.
Los verdaderos desastres son causado por vicios y pecados, pero a eso no podemos entretenernos, sino en la espera. Esperar a Jesús, como si le estuvieramos viendo que se acerca, ahora no le vemos, pero hemos de hacer que le estamos viendo, y debemos permanecer día y noche orando, y así estaremos preparado ya a su llegada, pero no sabemos cuando será. En cualquier momento.
Los verdaderos desastres son causado por vicios y pecados, pero a eso no podemos entretenernos, sino en la espera. Esperar a Jesús, como si le estuvieramos viendo que se acerca, ahora no le vemos, pero hemos de hacer que le estamos viendo, y debemos permanecer día y noche orando, y así estaremos preparado ya a su llegada, pero no sabemos cuando será. En cualquier momento.
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