jueves, 6 de octubre de 2011

Instrucción: Redemptionis Sacramentum:

El cristiano debe moverse en la caridad y la misericordia

En apariencia, al hablar de esas cosas, es como si solamente mostrara cosas negativas, pero los abusos que se cometen ´de un lado o de otro, pero no de todos. ya la Iglesia Santa, repetidamente manda al orden y a la caridad. Los abusos son siempre desordenados, atentados contra la caridad y la verdad, que se deben evitar a toda costa, nosotros nos queda el camino de la oración, sacrificios, la penitencia, suplicar a Dios por cada uno de todos los sacerdotes y religiosos, que ellos en su valentía y amor a Cristo, han sabido tanto con sus palabras y obras, un perseverante Sí al Señor.

El Santo Padre Benedicto XVI, como ya lo hizo el Beato Juan Pablo II con sus exhortaciones y en defensa de la Liturgia Eucarística, pero no es mucho el caso que se les hacen, y quien sale perjudicado es el Pueblo de Dios, que según donde sea, no hay crecimiento espiritual. Echamos en falta lo que agrada a Dios y nos hace bien al alma.
Pero amamos de todas formas a los sacerdotes y oramos por el bien de ellos, por si están alejados de Dios, con sus obras y pensamientos, que retornen, pues las ovejas andan descarriadas.

No hace mucho tiempo, se dio una noticia, en que todo un barrio o un pueblo, se enfrentó al obispo, con desprecios y amenazas, porque después de más de cuarenta años en una parroquia, el sacerdote, tenía que trasladarse a otro lugar por mandato del obispo, pero esto no gustó a la gente que se alborotó, y decían que ya no querían ir a Misa los domingos. Yo no me creo que aquel sacerdote que le habían dado otro destino distinto, hicieran que se levantasen una revolución contra el obispo.


Esos grupos violentos de personas, ¿qué aprendieron del sacerdote? Recuerdo que en la vida del Santo Padre Pío de Pietrelcina, hubo ciertos superiores que estaban en contra del santo, y uno de los seguidores del Santo, comenzó a hacer ciertas críticias contra tal o tales superiores por defender a San Pío, pero recibió una reprimenda por parte de este santo, pues no es bueno hacer juicios contra nadie, se porte como se porte, debemos amarle.

Pero la Iglesia nos manda denciar los abusos y sacrilegios, pero siempre respetando a las personas, no a las malas obras. Las personas merecen nuestras oraciones y cariño, aunque no nos quieran comprender.

Nuestro amor a Dios debe ser sincero, no importa los golpes que recibamos de este mundo. Necesitamos de Jesús, por eso lo sacerdotes, deben crecer en número para mostrarnos esa caridad de Dios.


6. QUEJAS POR ABUSOS EN MATERIA LITÚRGICA 

[183.]         De forma muy especial, todos procuren, según sus medios, que el santísimo sacramento de la Eucaristía sea defendido de toda irreverencia y deformación, y todos los abusos sean completamente corregidos. Esto, por lo tanto, es una tarea gravísima para todos y cada uno, y, excluida toda acepción de personas, todos están obligados a cumplir esta labor.
[184.]         Cualquier católico, sea sacerdote, sea diácono, sea fiel laico, tiene derecho a exponer una queja por un abuso litúrgico, ante el Obispo diocesano o el Ordinario competente que se le equipara en derecho, o ante la Sede Apostólica, en virtud del primado del Romano Pontífice.[1] Conviene, sin embargo, que, en cuanto sea posible, la reclamación o queja sea expuesta primero al Obispo diocesano. Pero esto se haga siempre con veracidad y caridad.


[1] Cf. Código de Derecho Canónico, c. 1417 § 1.




Insistiendo que no es hacer juicios a los sacerdotes, los que son fieles cumplidores de la voluntad de Dios, bien lo comprende, estas cosas que voy diciendo. Todos mis respeto a cada uno de mis hermanos sacerdotes. Pues a todos deseo verles lleno de gloria en el Señor Jesús.

 Y pensemos que Jesús no merece nuestras ofensas ni irreverencias, de nadie.

 

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