miércoles, 29 de enero de 2014

Nuestra lucha contra el demonio.

Dios es bendito por los siglos de los siglos. Bendita y alabada sea la Santísima Madre de Dios.

 Estamos en tiempos muy peligroso, los avisos sobre la importancia de aumentar el tiempo de nuestra oración, no siempre es acogida de buena gana, y de ahí, que el demonio encuentra fácilmente puntos débiles por donde entrar en esa o aquella alma, porque se entretienen más en las propuestas de este mundo, en vez de arrojarse a los brazos de Cristo y permanecer en Él, que tanto nos ama.

 
 Quien se  enreda en las cosas mundanas, termina por perder la fe, y ya no sabe distinguir el bien del mal, me he encontrado con personas, que ya no valoran la Palabra de Dios, y se hace una fe en la misma medida que el hombre viejo..

Lo que horroriza al demonio es que tengamos devoción a la Santísima Madre de Dios, porque con ella, y por amor a Cristo, nuestras oraciones se van perfeccionando.

Padre Gabriel Amorth: "Con Jesucristo y María, Dios nos ha prometido que nunca permitirá tentaciones más grandes que nuestras fuerzas",

Invocar a Juan Pablo II es efectivo contra el diablo, dice famoso ...

El mundo tiene que saber que Satanás existe»
Actualizado 18 mayo 2011
 Fuente: Religión en Libertad

«He tenido dos respuestas distintas, ambas interesantes», relata el exorcista de la diócesis de Roma, de 86 años de edad y unos 70.000 exorcismos en su haber.  

El padre Gabriele Amorth, sacerdote exorcista de la diócesis de Roma (Italia) y uno de los más conocidos del mundo, señaló a ACI Prensa que el ahora Beato Papa Juan Pablo II se ha convertido, en los últimos años, en un poderoso intercesor en la lucha contra el demonio.

El Padre Amorth tiene 86 años de edad y unos 70.000 exorcismos en su haber. Lo primero que dijo en la entrevista es que "el mundo tiene que saber que Satanás existe".

En su pequeña y sencilla oficina en la zona sureste de Roma en donde ha llevado a cabo miles de exorcismos, el sacerdote contó que a veces invoca la ayuda de santos hombres y mujeres, entre los que destaca Juan Pablo II, beatificado por el Papa Benedicto XVI el pasado 1 de mayo en Roma ante un millón y medio de fieles.

Durante los exorcismos, contó el sacerdote a ACI Prensa, "le he preguntado al demonio más de una vez: ‘¿por qué te da tanto miedo Juan Pablo II?’ Y he tenido dos respuestas distintas, ambas interesantes".
La caída del comunismo y la salvación de los jóvenes"La primera, ‘porque desarmó mis planes’. Y creo que con eso se refiere a la caída del comunismo en Rusia y en Europa del Este. El colapso del comunismo".
"Otra respuesta que el demonio me dio fue ‘porque arrebató a muchos jóvenes de mis manos’. Hay muchos jóvenes que, gracias a Juan Pablo II, se convirtieron. Tal vez algunos ya eran cristianos pero no practicantes, y luego con Juan Pablo II volvieron a la práctica".

Al ser preguntado sobre el intercesor más efectivo de todos, el P. Amorth contestó a ACI Prensa sin dudar: "por supuesto que la Virgen es la más efectiva. ¡Y cuando la invocas como María!".

¿Por qué te asustas más cuando invoco a María?"Una vez le pregunté a Satanás. ‘¿pero por qué te asustas más cuando invoco a Nuestra Señora que cuando invoco a Jesucristo?’ Me contestó ‘porque me humilla más ser derrotado por una criatura humana que ser derrotado por Él".

El sacerdote dijo también que es importante la intercesión de los que aún viven a través de la oración. Los cristianos pueden rezar por la liberación de un alma, uno de los tres elementos que ayudan en este proceso a los que se suman la fe y el ayuno.

"El Señor les dio a ellos (los Apóstoles) una respuesta que también es muy importante para nosotros los exorcistas. Dijo que para vencer al demonio se necesita mucha fe, mucha oración y mucho ayuno: Fe, oración y ayuno".

El padre Amorth dijo además que en la lucha contra el demonio es necesaria "especialmente la fe, se necesita mucha fe. Muchas veces también en las curaciones, Jesús no dice en el Evangelio soy yo quien te ha curado. Dice, en vez de eso, estás curado por tu fe. Quiere fe en la gente, una fe fuerte y absoluta. Sin fe no puedes hacer nada".

Los cuatro poderes extraordinarios del demonioEl sacerdote miembro de la Sociedad de San Pablo explicó luego a ACI Prensa que "el diablo y los demonios son muchos y tienen dos poderes: los ordinarios y los extraordinarios".

"El poder ordinario es la capacidad de tentar al hombre para distanciarlo de Dios y llevarlo al infierno. Esta acción se realiza contra todos los hombres y las mujeres de todo lugar y religión".

Sobre los poderes extraordinarios, el padre Amorth indicó que estos se concentran en una persona específica y existen cuatro tipos:

"La posesión demoníaca para la cual se requiere un exorcismo, la vejación demoníaca, como la que sufrió en reiteradas ocasiones el Santo Padre Pío de Pietrelcina que era golpeado físicamente por el demonio; las obsesiones que llevan a la persona a la desesperación; y la infestación, que es cuando el demonio ocupa un espacio, un animal o incluso un objeto".

El sacerdote alertó que estos hechos son poco frecuentes pero están en aumento. También manifestó a ACI Prensa su preocupación por la cada vez mayor cantidad de jóvenes que son afectados por Satanás a través de las sectas, las sesiones de espiritismo y las drogas. Pese a ello no se desalienta.
"Con Jesucristo y María, Dios nos ha prometido que nunca permitirá tentaciones más grandes que nuestras fuerzas", apuntó.

"Breve guía" para la lucha contra el demonio
Finalmente en la entrevista el padre Amorth propuso una breve guía a tomar en cuenta en la lucha contra Satanás:

• "Las tentaciones del demonio son vencidas primero que nada evitando las ocasiones, porque el demonio siempre busca nuestros puntos más débiles. Y luego, con la oración. Nosotros los cristianos tenemos una ventaja porque tenemos la Palabra de Dios, tenemos la oración y podemos rezarle al Señor", concluyó.



 Interesante la entrevista del P. Gabrielle Amorth, nos ofrece esto mismo que ya nos enseña los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica. Hemos de evitar todas las ocasiones peligrosas,

Y el peligro puede esconderse en apariencia de bien, que el alma no le da importancia, y termina enredándose hasta ir perdido la fe.

Lo que horroriza al demonio es que tengamos devoción a la Santísima Madre de Dios, porque con ella, y por amor a Cristo, nuestras oraciones se van perfeccionando.

Hemos leído que el demonio temía a Juan Pablo II, teme todavía mucho a Benedicto XVI,

"Satanás ataca sobre todo al Papa. Su odio por el sucesor de Pedro es feroz. Lo he experimentado en mis exorcismos. Cuando nombro a Juan Pablo II los demonios escupen rabia. Otros tiemblan. Otros lloran y suplican que no lo nombre más. Y esto también sucede con Benedicto XVI. Cada gesto de Joseph Ratzinger, su liturgia, son un poderoso exorcismo contra la furia del demonio". Ir aquí: Amorth: «Al nombrar a Juan Pablo II y Benedicto XVI los demonios ...

• Al referirse al título del libro, Amorth explicó que "es obvio que no yo no soy el último exorcista en este mundo. Después de mi vendrán otros, es más, ya han venido, incluso jóvenes. Pero en el mundo somos tan pocos que cada uno de nosotros en su batalla diaria se siente inevitablemente como si fuera el último, el último exorcista llamado a combatir contra el gran enemigo, el príncipe de este mundo, Satanás". ( Nombrar a Juan Pablo II y Benedicto XVI hace temblar a demonios )

 
Hemos leído que el demonio temía a Juan Pablo II, teme todavía mucho a Benedicto XVI
Los demonios suplican que no nombre a Juan Pablo II y Benedicto XVI
"Satanás ataca sobre todo al Papa. Su odio por el sucesor de Pedro es feroz. Lo he experimentado en mis exorcismos. Cuando nombro a Juan Pablo II los demonios escupen rabia. Otros tiemblan. Otros lloran y suplican que no lo nombre más. Y esto también sucede con Benedicto XVI. Cada gesto de Joseph Ratzinger, su liturgia, son un poderoso exorcismo contra la furia del demonio".

 
 Al referirse al título del libro, Amorth explicó que "es obvio que no yo no soy el último exorcista en este mundo. Después de mi vendrán otros, es más, ya han venido, incluso jóvenes. Pero en el mundo somos tan pocos que cada uno de nosotros en su batalla diaria se siente inevitablemente como si fuera el último, el último exorcista llamado a combatir contra el gran enemigo, el príncipe de este mundo, Satanás". ( Nombrar a Juan Pablo II y Benedicto XVI hace temblar a demonios )
 


Nueva reflexión:
 
Y es posible que también tema mucho al Papa Francisco, por el bien que va haciendo en la Iglesia Católica y en el mundo para salvación eterna de las almas.
Nuestros queridos Papas siempre están en oración, es lo que temen los demonios. No solamente a los Papas temen, sino a cualquier cristiano que por la Gracia de Dios, no tenga en su corazón contaminación mundana, y tantas veces he referido sobre el deporte, pero también ahora sobre los bailes. El demonio quiere tener aliados que justifique los bailes, los tiene, los corazones endurecidos, alejados de Cristo,
Ya había dicho, que es importante huir de las ocasiones peligrosas, además del pecado mortal, que a la vista nadie quiere cometer deliberadamente, pero hay otros pecados que por la irreflexión del alma inconstante, no llega a captar, porque no tiene la luz de Cristo que lo ilumina todo. Pues todo se comprende cuando más nos esforcemos en vivir conforme a la Voluntad de Dios, bajo la guía segura de un eficiente Director Espiritual, si es que lo tenemos cerca que nos ayude, Y debemos ser dóciles, y en comprender que aquello que nos aconseja, se adapta perfectamente con el mismo sentir de la Iglesia Católica, y sobre todo, con la Palabra de Dios.

Sin duda, el Beato Juan Pablo II, como Benedicto XVI, son hombres enteramente llenos de Dios. Si tu lees por ahí, esas mentiras contra estos Papas, se debe comprender, que el demonio los maneja, tiene a sus agentes, que por medio de la redes sociales, el periodismo, acusan de cualquier cosa a nuestros Papas. Al frente de los que informan mentiras contra el Papa está el demonio. Satanás también se valió de un director de periódico Scalfari, para falsear la entrevista del Papa, Por lo que se ve, que también el Papa Francisco es fiel a Cristo Jesús, y eso el Maligno no le soporta. Scalfari admite que adjudicó al Papa Francisco palabras que no dijo ...

El demonio se vale mucho de los ateos para atacar a la Iglesia Católica. Pero si un día teníamos miedo al demonio, es porque no orábamos, puesto que cuánto más profunda hacemos la oración, ya el demonio no podrá atemorizarnos, porque la Gracia de Dios nos guarda en su amor divino y nos protege, así cuando humildemente invocamos a la Santísima Madre de Dios.

Pero no solamente el demonio se sirve del ateísmo, de los ateos, también tiene a su disposición, a las almas mundanas, cristianos tibios, con sus aficiones al proceder mundano. Estas almas tibias, son más duros de oído y de entendimiento, porque quieren un "Cristo", a la medida del hombre viejo, y esto es imposible.


Lo advertía también Santa Teresa de Jesús, sobre los puntos débiles, o por decir o así, "el mal menor", por donde el demonio puede pasar sin problemas. San Antonio Abad, también enseñaba a sus religiosos, que no hay por qué tener miedo al demonio. Es verdad. El que no ora, el demonio le mete miedo, pero el que ora, es el demonio que tiene ese miedo, mucho más que cuando nos lo hace a nosotros, cuando no orábamos, o cuando somos tibios o superficiales.

La oración contemplativa del Santo Rosario, la Sagrada Eucaristía, la meditación de la Pasión de Jesús, Vía Crucis, nos fortalece contra las fuerzas del mal.

Es importante suplicar al Señor, que nos ilumine para que las tinieblas no se apoderen de nuestro corazón.

Decía San Luis María de Grignión de Montfort, que cuando un alma rece una sincera oración a la Virgen María, el demonio siente un golpe fuerte. Los verdaderos devotos de María Santísima, oran de tal manera, que los demonios ven la necesidad de huir lejos de allí. No soportan la devoción pura y piadosa a la Madre de Dios.

El demonio como mentiroso y padre de la mentira, puede hacer creer, "si no acudes a María no te molestaré". Pero la verdad, es que si el alma acude a María Santísima, el demonio no le molesta, porque no quiere estar cerca de María Santísima; Madre de Dios y Madre nuestra.

No olvidemos que debemos asegurar esos "puntos débiles", fortaleciéndolo con la humildad, la oración y los valores espirituales de nuestra fe católica, con el mismo sentir de la Santa Madre Iglesia.

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