Los ateos rabiosamente, los que no hacen nada por los pobres, los que se enriquecen ellos mismos, los que derrochan su dinero en sus vicios, “es mi dinero, lo gasto en lo que quiero”, se quejan amargamente contra la Iglesia Católica: “hay que poner fin a los privilegios de la Iglesia Católica”.
¿Qué sucede entonces, aquel ateo, que despreció a la Iglesia Católica, que hizo manifestaciones contra la Iglesia, pierde su trabajo, y la sociedad no le alimenta, ni le ayuda debidamente? Entre los ateos, pues recurren a la ayuda de la Iglesia, y Caritas en lo que puede, ofrece al ateo según sus necesidades, después de haber estudiado el caso.
Y se puede afirmar, el ateo llega a disfrutar de los privilegios que la sociedad atea le niegan a los de su propia conducta y mentalidad. Privilegios que recibe el ateo necesitado, de una buena comida, de una cama, de medicinas, del vestido, de los gastos más urgentes del momento, la electricidad, las medicinas, etc. ¿Qué pide a cambio Cáritas a los ateos? ¡Nada!, pues busca el bien de las personas; su felicidad, no su amargura.
Los comedores de la Iglesia, por voluntarios, ayudan a los pobres: Cáritas, el Economato, lugares donde poder pasar la noche, y el ateo que también se ha quedado sin trabajo, sin hogar, ¿Dónde pasar la noche, tan fría?, ¿lluvia?, ¿nieve?, la Iglesia le ayuda, no deja a su suerte a nadie que acude a ella, ya sea de la cultura que sea. Pero viéndolo, no todas las culturas ayudan a los pobres, sino aquella que procede del Espíritu Santo, y se manifiesta claramente a la Iglesia Católica.
Los comedores de la Iglesia, por voluntarios, ayudan a los pobres: Cáritas, el Economato, lugares donde poder pasar la noche, y el ateo que también se ha quedado sin trabajo, sin hogar, ¿Dónde pasar la noche, tan fría?, ¿lluvia?, ¿nieve?, la Iglesia le ayuda, no deja a su suerte a nadie que acude a ella, ya sea de la cultura que sea. Pero viéndolo, no todas las culturas ayudan a los pobres, sino aquella que procede del Espíritu Santo, y se manifiesta claramente a la Iglesia Católica.
Poderes del infierno se rebelan contra monseñor Reig Pla, contra la Iglesia Santa de Dios; contra todos los fieles hijos e hijas de la Iglesia Católica. Hay una lucha entre el bien y el mal. Pero el bien, que procede de Dios y que llega a los corazones bien dispuesto, siempre tendrá el triunfo asegurado. Pero el malvado, cuando cree haber alcanzado la victoria sobre los buenos, es decir, contra la Iglesia Santa de Dios. se ven repentinamente sumergidos en su propia locura, haciéndose patente en la vejez, sus locuras, sus desvaríos. Las blasfemias son indicativo de que están cayendo a las profundidades del infierno. Pudieron hacer el bien, pero prefirieron la maldad durante su vida temporal en el mundo. Los ataques frecuentes a la Iglesia Católica, es señal del fracaso inminente, y sin vuelta atrás.
En Capital hay 11 mil personas en situación de calle. Según una denuncia de Médicos del Mundo, hay más de 3.000 menores de 16 y más de 7.000 adultos con una edad promedio de 42. Un informe de America Noticias.
Si tenemos que dar alguna limosna, es necesario pensar en Cáritas. No hace mucho, una persona pobre, no me pedía dinero, sino cigarrillos. Pues no saben que no soy fumador.
Con esto quiero decir, que si damos alguna limosna a los pobres, ellos pueden gastárselo en comprar cigarros, o en otros casos, drogas. No, es preciso ofrecer nuestros donativos a la Iglesia, a Cáritas,
Hay personas sin hogar, incluso los que no creen, los que tienen coche, lo tienen como su casa, como su única vivienda. Y los que no tienen nada, Cáritas les suele ayudar en lo que puede. Pero nosotros hemos de ayudar a Cáritas, con donativos, ellos saben como hacer para extender el bien a los verdaderos necesitados. Pero sobre todo, con nuestras oraciones.
Reconozcamos también la diferencia, cuando la sociedad descrimina a los pobres, a los necesitados, la Iglesia y los verdaderos cristianos, los acogen con amor, con respeto, porque aman a Dios, tienen en cuentra las enseñanzas de Cristo.
Allá por los años 90, un sacerdote acogió a un mendigo del islam, en su casa, lo alimentó, y como pago, el musulmán se le ocurrió robarle y se marchó.
Pero hay una mayor miseria entre los pobres, es que aún cuando se les trata de ayudar, reciben la ayuda de sacerdotes, y es que estos llegan a hacer gravísimas acusaciones a tal o tal sacerdote, pues hablando con algunos de ellos, se pueden descubrir, ya que sacan lo que hay en su propio corazón, cuando hablan mal de la Iglesia. Esperan que la Iglesia Católica, le ayude, pero estos sienten desprecios, de la Iglesia, aún cuando van recibiendo la ayuda. La causa sale al descubierto, la inmoralidad y perversidad en que viven, que no quieren renunciar a sus vicios impuros, según me contaba.
Por eso, si se da una limosna a los pobres, tú no sabrás en que se lo va a gastar, en qué vicios, ¿lujuria?, se ha de dar eso sí, esa ayuda, a través de Cáritas. Los ateos se revuelven ferozmente, contra la Iglesia, que nunca ha hecho daño a nadie, ni lo puede hacer, porque es guiada por el Espíritu Santo, y tiene por Madre a María Santísima.
Desgraciadamente hay muchos ataques a la Iglesia Católica, pero poco dicen la gran obra social que hace. Me ha encantado la entrada, enhorabuena. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
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