Hay personas que se han tomado muy en serio el Año de la Fe, en Barcelona un grupo de jóvenes se están preparando para salir a las calles para llevar el Mensaje de salvación a todos. No, no son perezosos, sino que saben oír a Cristo y seguir al Papa, son modelos a seguir.
Los barceloneses en estas fechas se dejarán guiar por el Espíritu Santo; es una iniciativa edificante, como dejé escrito en mi facebook, pues aquí traigo esta noticia, y son noticias como estas que nos ayudan a seguir adelante.
El perezoso, es mejor que se quede en su casa, que no haga nada, que no les acompañe, pues ellos mismos, los que no hacen nada por Cristo ni por la Iglesia, por propia voluntad se colocan al margen del plan de salvación y amor de Dios.
Estos amigos, porque son amigos, hermanos y hermanas que han dicho Sí a Cristo Jesús, han dicho sí, al Papa, a la Iglesia, al Concilio Vaticano II para la Nueva Evangelización.
¿Se hará otro tanto en Valencia, Alicante? Monseñor Carlos Osoro es uno de tantos obispos que se preocupan por los intereses de Cristo, ¿quién le escucha? No solamente escuchar la voz de nuestros obispos que nos animan al Año de la Fe, a la Nueva Evangelización, hay que ponerse manos a la obra, es una obra, una misión que el Señor encomienda a todos los cristianos, para vivir la Fe, con toda su radicalidad. Radicalidad que significa una renuncia definitiva a todo el proceder mundano, del neopaganismos, de la idolatría. Se ha de poner fin a todo lo que sea en contradicción con el Evangelio de Cristo.
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Los jóvenes de San José, desde los pocos años, madres y padres, que se animen a llevar a sus bebes en carrito, o cochecito, o personas jóvenes que estén dispuestos a acompañar a otros buenos cristianos, si no pueden caminar, en silla de ruedas.
No olvidemos por tanto, que cuando Jesús anunciaba el camino de la salvación eterna, muchos llevaron a enfermos para ser curados. Nuestra alma necesita ser curada, nuestro corazón, y esta marcha por la Fe, es un buen comienzo.
Los sacrificios que hagamos por amor a Dios, nunca quedarán en el vacío, por el contrario, las comodidades que ofrece el mundo, lleva sin duda alguna al fracaso, a la pérdida de la fe.
Esta experiencia de participar llevando el mensaje de Cristo por las calles, ayudará a encontrarse con la alegría, de que Cristo ya está guiándonos, nosotros vamos con Él.
Los que por dificultad, me refiero aquellos que no tienen vivienda en Barcelona, o por la distancia, siempre podremos ir, orando por ellos, para que los resultados de esa peregrinación a la Montaña de San José, comience a tener frutos de santidad y vida eterna.
Si vives en Barcelona, ¿no has sentido que el Señor te dice que te animes y participes? Pues no lo dejes pasar.
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