jueves, 19 de enero de 2012

La mejor parte: la perseverancia en la oración contemplativa

Los santos encuentran la mejor parte de su tiempo, lo han aprendido de las palabras de Jesucristo, de la atenta meditación del Evangelio, han sabido escuchar la voz de Dios.
El Señor no la ofrece únicamente para unos pocos, sino para todos aquellos que bien disponen su corazón, se vacían de sí mismo y del mundo.
Para ser santos debemos desprendernos incluso del móvil, en todo caso desconectarlo, y cuando estemos en la Santa Misa poner la máxima atención, que todos podemos, no hay dificultad, lo mismo cuando oramos, dejemos de pensar en otros asuntos que no corresponden a nuestro trato de amor con Dios.
No nos salvará los pensamientos que nos apartan de los momentos de oración, no nos salvará la llamada del teléfono móvil a la cual, el corazón irresoluto, pone su atención.
No debemos cometer esas locuras de infidelidades al Señor, Él nos ama, por eso, hemos de serle enteramente agradecidos.
El activo en la oración, tiene prisas por acabar, la ligereza con que ora, es como si tuviera la impresión, que no considera las virtudes del recogimiento interior.
La mejor parte la ha encontrado las almas contemplativas, pues rompieron todas sus cadenas que le ataban a este mundo, y con las alas de la oración, tiene todo el tiempo para Dios. Si hace trabajo en el campo, convierte su trabajo en oración, y su animo de oración para bien de toda la humanidad.
Las personas que no se dedican a la vida de oración, no comprende el bien que hacen las almas contemplativas, pues incluso hay no creyentes que también se benefician de las oraciones de las almas contemplativas. 
«El activo en la oración, lleva sobre su corazón un velo, la ciencia de las cosas sensibles que sus ataduras le impiden levantar. Solo el contemplativo que no tiene ataduras, en cierta medida ver a rostro descubierto la gloria de Dios» (La Filocalía de la Oración de Jesús. Elías el Ecdicos o el Canonista. 155. pág. 126. Apostolado Mariano. Sevilla)

3 comentarios:

  1. Hermano, gracias por este compartir es una gran verdad hemos de orar pero necesitamos desprenderno de todo aquello que no nos dejan entrar en esa intimidad con el Señor,las almas contemplativas hemos de ser fieles a la vocación que hemos sido llamado vivendo en radicalidad nuestra vida de oración y silencio , soledad, allí en lo escondido de Dios, para que las almas que viven en el mundo sea reflejos vivó de la presencia de Dios en el mundo y descubran a través de sus vida la gracias que es orar o hablar con Dios y de Dios hablar con vuestras vida gracias Dios sea con usted.

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  2. Cuánta razón tienes, qué gran verdad. Gracias de corazón por esta reflexión. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  3. Hermano, Gracias por simplemente creer, que Dios le conceda lo que pide su corazón y lo llene de su gracia y sea un signo vivó de su presencia que Dios sea con usted.

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