Hay lugares donde sabemos que no está bien visto la presencia de Jesucristo y de la Santísima Madre de Dios, no les agradan para nada el recuerdo el amor de Dios, que se muestran en imágenes y en crucifijos-
He leído que un estudiante llevaba dos tipos de crucifijos, uno que lo tenía oculto, tras la ropa, y otra en forma de tatuaje. Le dieron una paliza que lo mataron, en otra parte del mundo: Musulmanes matan a cristiano por llevar una cruz . En Inglaterra, dos trabajadoras fueron despedidas por llevar el crucifijo.
No renunciaron a Cristo, no se avergonzaban de Él estas valientes trabajadoras, prefirieron antes no seguir trabajando con tal de llevar a Cristo, tanto en sus corazones, como en el cuello. Lo terrible sería, que si una persona en el trabajo lleva su crucifijo a la vista de todos los demás, porque sus patrones, les dijeran, "Si no quieres perder el puesto de trabajo, tienes que quitarte el crucifijo", no se debe aceptar estas condiciones, es preferible perder todo, pero nunca a Cristo, y por Cristo, se gana todo.
Pienso que el Señor, recompensará a esas trabajadoras consiguiéndole otro puesto de trabajo mejor, con patrones más comprensivos y honestos.
Aparte de esto, la persona puede ser víctima de una agresión, porque llevar el crucifijo al cuello, es una renuncia al pecado, es identificarse con Cristo, es amar incluso a quienes nos insultan, amenazan y agreden, sin ningún resentimiento hacia ellos.
Un caso distinto, si una persona lleva tatuada un signo religioso católico en su cuerpo, no es esto lo que el Señor le pide, y el resentimiento hacia sus agresores se hace notar.
Teniendo presente, que el crucifijo no se puede ver como algo malo, pues por la cruz alcanzamos la Vida eterna. Esto es por una parte, pues entre Cristo, de los dos ladrones, uno se convirtió y se salvó, pero el otro, también crucificado, se fue a un lugar distinto al de su compañero de delitos.
Llevar la cruz en el cuello, significa tener a Cristo como nuestro compañero de camino hacia el Padre celestial, por tanto no es ninguna idolatría según creen algunos,
Los protestantes suelen hacer comparaciones absurdas, sin sentido, como si alguien se pusiera el machete al cuello. El crucifijo no es un arma de muerte, insisto en ello, yo diría, como una escala que nos lleva a Cristo, estar crucificado uno mismo en Cristo.
Veamos, Cristo, es verdad que murió en la cruz, y de ahí ha salido el perdón para los que hicieron el mal, sin saber lo que hacían, pedía al Padre el perdón para todos. En la cruz Cristo no sintió ningún resentimiento, el crucifijo desprende amor y caridad, oración y atención y entrega al Padre celestial, por lo tanto, es imposible ver un signo de "maldición", es en cambio, un medio para alcanzar la Vida eterna.
Llevar la cruz, debe hacernos tener una vida más atenta y recogida ante el Señor, más vida de oración, no es un signo de vanidad, sino de amor al Crucificado y Resucitado por nosotros. Si Cristo tocó con su cuerpo la cruz, ésta se convirtió en una bendición para todos nosotros.
El enemigo de las almas tienta a algunos para hacer creer en lo negativo de los crucifijos, de la cruz de Cristo, porque es también arma poderosa contra la soberbia, los vicios y pecados.
Llevar la cruz de Cristo y seguirle no es sólamente un signo externo, también en la vida interior, no dejarse dominar por las adversidades, incomprensiones, agresiones, insultos, enfermedades, etc. etc. Yo Amar a la Iglesia Católica, al Papa, a los obispos y sacerdotes que están en comunión con el Sucesor de Pedro, le debemos obediencia, cariño y respeto, sin murmuraciones. Y sobre todo, que ningún día falte nuestras oraciones por todos ellos, y por la conversión de los pobres pecadores.
Tristemente está sucediendo en España, y ha comenzado por Ceuta, que una mujer católica, acompañada de su hija, por llevar el crucifijo al cuello fue insultada y agredida por dos musulmanes, pero esto, hay riesgo que se extiendan por otras localidades españolas donde el número de musulmanes está creciendo, por lo que he leído, atacan sobre todo a mujeres indefensas, como en Ceuta, por ese odio tan grande que tienen a Cristo crucificado.
El crucufijo no es un signo de provocación a la violencia, no llevamos una simple cruz, sino a Cristo tanto en nuestro corazón como en nuestro cuello, sin avergonzarnos, ni retroceder ante las amenazas, la Gracia de Dios nos anima a ser valientes y no cobardes.
¿Por qué tanto odio y desagrado hacia el Amor que es Cristo? Dios es Amor. No llevamos instrumento de suplicio ni de muerte, sino la Vida.
¡Ánimo! Demostremos el Amor de Cristo a todo el mundo, con nuestros ejemplos, y nuestra identidad externa, quien todavía no lleve el crucifijo, lo puede comprar en alguna librería religiosa, o en establecimientos católicos donde vendan imágenes religiosas, compren una crucecita, llévenlo al sacerdote que lo bendiga, y lo más importante, tengamos siempre presente a Cristo en nuestras vidas, hogares, trabajos, etc. Y no vayamos a lugares donde el mundo se divierte, siempre alejados del Amor de Cristo.
He leído que un estudiante llevaba dos tipos de crucifijos, uno que lo tenía oculto, tras la ropa, y otra en forma de tatuaje. Le dieron una paliza que lo mataron, en otra parte del mundo: Musulmanes matan a cristiano por llevar una cruz . En Inglaterra, dos trabajadoras fueron despedidas por llevar el crucifijo.
No renunciaron a Cristo, no se avergonzaban de Él estas valientes trabajadoras, prefirieron antes no seguir trabajando con tal de llevar a Cristo, tanto en sus corazones, como en el cuello. Lo terrible sería, que si una persona en el trabajo lleva su crucifijo a la vista de todos los demás, porque sus patrones, les dijeran, "Si no quieres perder el puesto de trabajo, tienes que quitarte el crucifijo", no se debe aceptar estas condiciones, es preferible perder todo, pero nunca a Cristo, y por Cristo, se gana todo.
Pienso que el Señor, recompensará a esas trabajadoras consiguiéndole otro puesto de trabajo mejor, con patrones más comprensivos y honestos.
Aparte de esto, la persona puede ser víctima de una agresión, porque llevar el crucifijo al cuello, es una renuncia al pecado, es identificarse con Cristo, es amar incluso a quienes nos insultan, amenazan y agreden, sin ningún resentimiento hacia ellos.
Un caso distinto, si una persona lleva tatuada un signo religioso católico en su cuerpo, no es esto lo que el Señor le pide, y el resentimiento hacia sus agresores se hace notar.
Teniendo presente, que el crucifijo no se puede ver como algo malo, pues por la cruz alcanzamos la Vida eterna. Esto es por una parte, pues entre Cristo, de los dos ladrones, uno se convirtió y se salvó, pero el otro, también crucificado, se fue a un lugar distinto al de su compañero de delitos.
Llevar la cruz en el cuello, significa tener a Cristo como nuestro compañero de camino hacia el Padre celestial, por tanto no es ninguna idolatría según creen algunos,
Los protestantes suelen hacer comparaciones absurdas, sin sentido, como si alguien se pusiera el machete al cuello. El crucifijo no es un arma de muerte, insisto en ello, yo diría, como una escala que nos lleva a Cristo, estar crucificado uno mismo en Cristo.
Veamos, Cristo, es verdad que murió en la cruz, y de ahí ha salido el perdón para los que hicieron el mal, sin saber lo que hacían, pedía al Padre el perdón para todos. En la cruz Cristo no sintió ningún resentimiento, el crucifijo desprende amor y caridad, oración y atención y entrega al Padre celestial, por lo tanto, es imposible ver un signo de "maldición", es en cambio, un medio para alcanzar la Vida eterna.
Llevar la cruz, debe hacernos tener una vida más atenta y recogida ante el Señor, más vida de oración, no es un signo de vanidad, sino de amor al Crucificado y Resucitado por nosotros. Si Cristo tocó con su cuerpo la cruz, ésta se convirtió en una bendición para todos nosotros.
El enemigo de las almas tienta a algunos para hacer creer en lo negativo de los crucifijos, de la cruz de Cristo, porque es también arma poderosa contra la soberbia, los vicios y pecados.
Llevar la cruz de Cristo y seguirle no es sólamente un signo externo, también en la vida interior, no dejarse dominar por las adversidades, incomprensiones, agresiones, insultos, enfermedades, etc. etc. Yo Amar a la Iglesia Católica, al Papa, a los obispos y sacerdotes que están en comunión con el Sucesor de Pedro, le debemos obediencia, cariño y respeto, sin murmuraciones. Y sobre todo, que ningún día falte nuestras oraciones por todos ellos, y por la conversión de los pobres pecadores.
Tristemente está sucediendo en España, y ha comenzado por Ceuta, que una mujer católica, acompañada de su hija, por llevar el crucifijo al cuello fue insultada y agredida por dos musulmanes, pero esto, hay riesgo que se extiendan por otras localidades españolas donde el número de musulmanes está creciendo, por lo que he leído, atacan sobre todo a mujeres indefensas, como en Ceuta, por ese odio tan grande que tienen a Cristo crucificado.
El crucufijo no es un signo de provocación a la violencia, no llevamos una simple cruz, sino a Cristo tanto en nuestro corazón como en nuestro cuello, sin avergonzarnos, ni retroceder ante las amenazas, la Gracia de Dios nos anima a ser valientes y no cobardes.
¿Por qué tanto odio y desagrado hacia el Amor que es Cristo? Dios es Amor. No llevamos instrumento de suplicio ni de muerte, sino la Vida.
¡Ánimo! Demostremos el Amor de Cristo a todo el mundo, con nuestros ejemplos, y nuestra identidad externa, quien todavía no lleve el crucifijo, lo puede comprar en alguna librería religiosa, o en establecimientos católicos donde vendan imágenes religiosas, compren una crucecita, llévenlo al sacerdote que lo bendiga, y lo más importante, tengamos siempre presente a Cristo en nuestras vidas, hogares, trabajos, etc. Y no vayamos a lugares donde el mundo se divierte, siempre alejados del Amor de Cristo.
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Ante tantas incomprensiones y adversidades, si Cristo, si Dios está con nosotros, ya no hay ocasión de preocupaciones. Si Cristo está con nosotros, viene a nosotros, debemos permanecer con nuestros pensamientos y corazón con Él.
¡Oh, Cruz gloriosa, el Señor ha resucitado!
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