Mis lecturas favoritas entre los libros de los santos y santa, es sobre la vida de la Familia Franciscana, en ellos encontramos formas de amar más el camino de la oración y la vida de santidad, franciscanos en sus diversificasas ramas de la Santa Iglesia Católica, los capuchinos, y el primero de los capuchinos es el Santo Pío de Pietrelcina.
De los libros de santos franciscanos, tengo aquí mismo, uno que hace algunos años compré,
«Compañeros
primitivos de San Francisco» escrito por Daniel Elcid Celigueta, del la
Editorial BAC Popular, (1993), lo compré en una librería franciscana en
Valencia, que tristemente ha cerrado. En esta tienda (San Lorenzo) también
compré otros, el primero de ellos: las biografías de San Francisco de Asís,
BAC, otro libro muy edificante: San Pedro de Alcántara por Fray Contardo
Migloranza, que llega a confirmar todos mis pensamientos sobre la fidelidad al
seguimiento de Jesucristo en cualquier tiempo. Y es preciosa que da este Santo
a Santa Teresa de Jesús, cuando ella estaba preocupada por cuestiones de
rentas. Más adelante si Dios quiere, compartiré lo que tengo escrito.
Estamos
en un tiempo de desórdenes en muchos sentidos, pero Cristo viene a nuestro
encuentro a consolarnos, es verdad que no lo merecemos por nuestras
infidelidades, pero ahí está Cristo, cuando ve lo que hay en nuestro corazón,
nos sana, y por sus santos y santas nos llena de mucha alegría y paz.
Nos
enamoramos de Jesús como hicieron los santos, porque nosotros no estamos hecho
para la vida presente, aún cuando nuestras debilidades y miserias nos lleve a
olvidarnos de Jesús, pero por poco tiempo. Desearíamos que en todo momento, que
ningún mal nos afectase, pero tenemos gracias a Dios el sacramento de la confesión,
Cristo que nos ama nos espera para perdonarnos, y enseguida ya olvida nuestros
pecados, cuando lo hemos confesado sin ocultar ninguno.
Tenemos
la fuerza de la Eucaristía, de la Gracia de Dios, de la libertad que el Señor
nos da.
En la
librería franciscana en Valencia, había una serie de estampas sobre la vida de
San Francisco de Asís y sus compañeros, unos preciosos dibujos que invitan a la
piedad, y también los acompaña pensamientos espirituales de este Santo, y uno
de ellos dice: «Los Santos hicieron las obras y nosotros refiriéndolas y
predicándolas, queremos recibir por esto, gloria y honor», (Adm. 6); también
podemos leerla en el libro que la BAC a editado estas admoniciones y mucho más.
A mí cuando me cuentan una historia de vida de algún santo, es verdad que me
hace pensar en ese santo, pero no puedo ni debo quedarme con la sola historia que edeifica
maravillosamente neustra vida; y del mismo modo que si vemos una película en la
televisión, que una vez acabada la serie, seguiremos esperando a ver que viene
después. Ese seguidamente lo podemos decidir nosotros, apartándonos de la
televisión, y volver nuestro corazón a Dios.
Allá
por la década de los noventa, pusieron una serie de tres episodios de San
Felipe Neri, y estaba tan bien hecho, que nada más terminar ese capítulo, ni
anuncios ni nada, directamente a la iglesia, porque Dios también nos puede
llamar de esa forma, pero con dirección a Cristo, despojando nuestro corazón de
todo lo terrenal.
Hubo
también documentales por esa época de San Juan de la Cruz, etc. Cuando todavía
la calidad de las historias de vidas de santos, era bien tratadas y respetada.
Pero como
había referido arriba del libro «Compañeros primitivos de San Francisco», toda
su lectura es edificante.
Nuestros queridos hermanos Franciscanos, es que no paran de trabajar para gloria de Dios, y para nuestro bien, le hemos de estar muy agradecido por todo cuanto comparte con nosotros:
Del referido libro: «Compañeros primitivos de San Francisco» escrito
por Daniel Elcid Celigueta
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