martes, 10 de diciembre de 2013

Reflexión / CIC 13-25

Cómo ya estamos en la segunda semana de Adviento, podemos reflexionar estas palabras; Seguimos la Estrella en el desierto. San León Magno

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Recordando por la década de los noventa, hablando con un santo sacerdote franciscano, le dije que tenía ordenador y también el Catecismo de la Iglesia Católica, y me animaba diciéndome: "lo que tienes que hacer, es escribir todo el Catecismo en el ordenador".

Y empecé, con mis equivocaciones y correcciones. Ahora tengo la oportunidad, que ya he comenzado, a continuar con esta tarea, ayudando a tantos buenos hermanos y hermanas, en pequeñas dosis, a conocer mejor este tesoro de la Iglesia Católica que nos ofrece a cada uno de nosotros. Es verdad que lo podemos encontrar en Internet, pero ¿quién se lo lee entero? Por una cosa o por otra, no es posible, pues puede llegar un momento, que se nos olvide continuar. Pero poco a poco, y con la ayuda de la Gracia Dios, no podemos hacernos el perezoso, e interrumpir esta lectura, por lo que pediremos al Señor que nos de su gracia, para leer el Catecismo completo, y los que lo tenemos en nuestro hogar, seguiremos respirando el oxigeno puro y límpido del Magisterio de la Iglesia Católica.

Fue la segunda edición del Catecismo (1992), la tengo muy estropeada, no tenía añadido la Carta apostólica Laetamur magnopere, 15 de agosto de 1997 [ Juan Pablo II ]... 
 
Me compré otro Catecismo, el pasado 10 de octubre de 2010. En esta nueva edición, ya leemos la Carta Apostólica del Beato Juan Pablo II.

Entre los programas importantes de Radio María, los comentarios del Catecismo del Catecismo de la Iglesia Católica, y otro del Compendio. Aprendí de Monseñor Munilla que el Catecismo extenso, se dice también, Catecismo Mayor.

Y del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, al finalizar este tema, poco a poco, también, si es la Voluntad de Dios, podré también completar. Pero queda claro, que no es doctrina, mis propias reflexiones, porque la doctrina la ofrece nuestros pastores, y la doctrina del Catecismo, nos ayudará a purificar nuestros pensamientos, para que nuestras reflexiones, tengan el mismo sentir de la Iglesia Católica.

El Catecismo tiene un gran respeto por la liturgia tradicional por ejemplo, nos enseña que también nosotros debemos valorar esa tradición de nuestra fe católica.
 
Al hablar de Dios, el corazón debe estar lleno de amor y caridad, ternura, dulzura, bondad. El alma suele perder las virtudes cristianas cuando se corrompe con la mundanidad. Dios nos ha creado para ser plenamente espirituales, de ninguna manera nuestra forma de pensar, trabajar y obrar debe ser mundana, San Pablo pide a los cristianos,  «tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús», no los sentimientos según el mundo. Según el mundo, nuestra vida se convertiría en un engaño, en el que terminamos como fracasados ante los ojos de Dios, y perdemos nuestra alma.


Parte de nuestra vida, debe estar complementada: oración, Eucaristía, lectura y meditación de la Palabra de Dios y del Catecismo de la Iglesia Católica, ayudado con la Lectio Divina, y perseverar en este camino hacia la santidad.

En tiempo de Adviento, aprovechemos para estar lo más preparado posible para la del Verbo Encarnado, el Nacimiento de Jesús.

Aficionarse a la mundanidad, es ir muriendo a la caridad  cristiana.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre de 2013)

¡Feliz Solemnidad de la Inmaculada Concepción!
 
Nuestra vocación a la santidad se hace más fuerte, en cuánto tengamos siempre a la Madre de Dios en nuestra vida, pues gracias a Ella, tenemos a Jesús, y la salvación; nuestra salvación, pero no nos confiemos en nosotros mismos, sino que debemos perseverar en nuestra devoción. Si meditamos la Palabra de Dios como lo hizo Ella, la Santísima Madre de Dios, si la imitamos en su silencio para estar más pendientes de Dios, si la imitamos en la entrega total a Dios, tendremos fortaleza para vencernos a nosotros mismos. Sin Ella, es imposible agradar a Dios. Eso es lo que pienso. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Reflexión / Meditemos el Catecismo de la Iglesia Católica

En el «Catecismo de la Iglesia Católica», leemos que la misión del hombre, es que conozcamos a Dios, y le amemos con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, con toda la potencia de nuestra alma. Por lo que no debemos nada fuera de Dios y de los intereses de Cristo Jesús nuestro Señor. Pero es imposible amar a Dios si no amamos a la Iglesia Católica, hagamos que toda nuestra vida, entera, se conforme al mismo sentir de la Santa Madre Iglesia Católica. Sentir con la Iglesia es amar a Cristo. Pero meditemos estos textos, y otros que con la ayuda de Dios, compartiré.

Si no adoramos al Señor dignamente, estamos desaprovechando una oportunidad que todos tenemos, para ser santos, santas, porque sin la santidad nadie podrá ver a Dios.
 ¿Te animas, hermano, hermana, leer la continuación en los días que viniere? ¡Ánimo! Y que el Señor nos ayude a perseverar.
 
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Anunciar el Evangelio de Cristo sin hipocresía ni fariseísmo, y tenemos que hacerlo con los mismos sentimientos de la Santa Madre Iglesia Católica, ¿cuáles son esos sentimientos? los mismos que los de nuestro Dios y Señor Jesucristo. Siempre con la mirada y nuestro corazón puestos en los Corazones de Jesús y María. Porque también tenemos que acudir diariamente a la Santísima Madre de Dios, que ella nos ayudará en nuestra perfección.  

Necesitamos ser constantes en el fiel cumplimiento de la Voluntad de Dios, abrir la Santa Biblia, meditarla atentamente, todos los días, leer los comentarios  doctrinales que está al pie de página, meditar también  el Catecismo de la Iglesia Católica, desde el principio hasta el final, todos los días, a esto, se comprende que hemos pasar nuestro tiempo orando, apartándonos de los peligros de la mundanidad, que es obstáculo para el camino de la salvación eterna.

 

Oración, mucha oración, la Eucaristía, participar espiritualmente, cuando estamos en la Eucaristía, como si viéramos al mismo Cristo delante de nosotros. Visitar y adorar al Santísimo con toda nuestra alma, fijándonos en el sagrario, ofreciéndonos a nosotros mismos, y suplicar por todos nuestros hermanos y hermanas. Si nuestras oraciones van superando nuestras imperfecciones. 

En el CIC 12, nos explica cuáles son los principales destinatarios del Catecismo de la Iglesia Católica, para ellos en primer lugar.

Pero también para los que quieren, queremos perfeccionar nuestros conocimientos y amor a Dios, siempre fielmente al Magisterio de la Iglesia Católica. Y lo debemos tener en nuestro hogar, en nuestra biblioteca de libros con licencia eclesiástica. Pero no como adorno, sino como alimento espiritual que ayudará a dar más vida y oxígeno a nuestra vida de cristianos, cristianas; hijos e hijas de Dios.

 
No podemos leer el Catecismo como se hace cuando se lee algún periódico, tanto de la lectura de las Sagradas Escrituras como del Catecismo, siempre hemos de sacar el máximo provecho espiritual.

He oído a personas que no le gustan que se mencionen tanto la palabra "norma", que según ellos, no es muy cristiano. Sin embargo, El Catecismo, nos habla, de la seguridad de estas normas, en lo que se refiere a la vida de santidad.



Para el corazón mundano, es un suplicio: ¿para qué tantas normas? En todas las órdenes religiosas contemplativa y activa tiene sus normas, unas normas que impulsa a la caridad cristiana, al amor fraternal, Normas de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento. Sin estas normas, no aprenderíamos donde ir por el Camino de Cristo. Son normas que nos llevan a la Vida eterna, por eso, es necesaria la Santa Obediencia y perseverar en el camino de la Voluntad de Dios.

Comencemos desde la Introducción hasta el número 12:

miércoles, 27 de noviembre de 2013

domingo, 17 de noviembre de 2013

La verdadera alegría, expulsemos toda tristeza que procede del pecado

Hermanos, en este domingo, 17 de noviembre, deberemos examinarnos si en este Año de la Fe, que acabará en muy poquito tiempo, ¿Hemos adelantado aunque sea medio paso hacia la fe?, pero ¿todo un año, y apenas se ha dado el primer paso?

Aquellos hermanos sí, aquellas hermanas también, pues creo que es tiempo de que comencemos, en el caso de que no nos hayamos movidos hacia el camino espiritual, y no digo por el Año de la Fe, sino toda nuestra vida. Porque no es de verdadero católico comer de la mesa de los demonios y de la Mesa de Dios. No podemos ser mundanos, cuando comencemos a caminar hacia Cristo. Y el Señor no nos deja sólo.

No puede haber tristeza, sabiendo que hay hermanos y hermanas nuestras que son como otros Cristo, siempre nos están animando con el buen fruto de sus palabras y enseñanzas espirituales. El Señor nos habla también por medio de ellos. Y del mismo modo, hemos de orar incesantemente por ellos, por nosotros, y por los que están en vías de conversión y salvación eterna. Nos alegramos que amen y desee conocer más al Señor nuestro Dios.

El Año de la Fe termina el 24 de noviembre de 2013. Pero nosotros debemos continuar creciendo y rogando al Señor que aumente nuestra fe.

viernes, 15 de noviembre de 2013

San Alberto Magno

 
La meditación de los Evangelios, la oración, la Eucaristía a ser posible diaria, enseñanzas de la Iglesia Católica, ir conociendo la vida y doctrina de los Santos que nos animan a vivir como agrada a Cristo, ellos como nosotros, los Santos tuvieron también tentaciones, pero la constancia en la vida de oración, se superaron así mismo.

Como siempre, los santos nos invitan a rezar, y todos lo hacemos, aunque no basta con rezar, debemos perfeccionar lo que hay de imperfectos en nuestras oraciones, en nuestra vida. Y es cierto, es posible, cuando perseveramos día a día.
 

lunes, 4 de noviembre de 2013

La Resurrección de Cristo: ...junto al puerto de Sagunto

Cristo está muy cerca de nosotros, pero si le dejamos que entre en nuestro corazón, y que nosotros seamos conforme a Cristo Jesús no se alejará de nuestra vida. Amamos y adoramos al Señor nuestro Dios, y no debe ser únicamente un pensamiento, una idea, tiene que ser una realidad.
 
 Este precioso mural, que tengo editado y lo vemos en la entrada de este sencillo blog, vemos aquí el original, que ha salido publicada en Paraula.
 
Con Cristo todo queda iluminado, es alegría, gozo, es no querer apartarnos de Él.
 
Meditemos interiormente, ¿qué es lo que me dice esta imagen?, ¿qué me falta por renunciar para ver a Cristo con más claridad, en un mundo envuelto con tanta oscuridad? La oscuridad, no es precisamente que ya no estamos viendo el sol, sino la luna, la oscuridad que el pecado provoca, que aunque haya sol, siempre esa alma estará a oscura hasta que no renuncie sus pecados y vicios.
 
Cristo ha venido a alumbrarnos el camino, es Él el verdadero Camino que lleva a la Vida, es la Vida, nuestra vida. La vida del alma. Quien no ama a Cristo, vive en una constante muerte y desesperación, aunque no siempre reconoce su angustia y desesperación, y quiere acabar incluso con algo imposible, pues la Iglesia Católica, seguirá permaneciendo bien de pie, es golpeada muchas veces, pero resiste más por aquellos que tratan de atropellarla, se cansan, y mueren. La Iglesia Católica siglos y siglos, y hasta el fin de los tiempos, permanecerá siempre viva y joven. Viva porque Dios está vivo y mora siempre en su Iglesia, y joven, porque lo que rejuvenece es la Gracia de Dios.

 Los pescadores cristianos, se alegrarán cada vez que vean este hermoso mural, se llenarán de paz, pues tienen un trabajo duro y pesado, y necesitan tener mucha paciencia, por las adversidades que de alguna o de otra forma se les presentan. Y Cristo está ahí, para reconfortarles, Cristo nos anima a todos a ser más humildes de corazón.

En esta escena tan preciosa, como la gente que pasea por la playa se acercan a Jesús. Como he referido algo arriba, puede indicarnos, que necesitamos de la vida de oración, en donde sea, playa, digo en la playa, si no hay mucha gente, y no tiene la contaminación visual de la inmoralidad y desnudez que los bañistas pretenden pasarlo bien, pero sin contar con la Gracia de Dios.

 
Lirios y el Arzobispo Don Carlos, en la Bendición del cuadro.

En el parque, en el campo, de viaje, siempre podemos disfrutar de la oración contemplativa, en especial la devoción del Santo Rosario.
 

sábado, 2 de noviembre de 2013

Conmemoración de los fieles difuntos (2 de noviembre)

Pensar en la muerte puede ser aterrador, ¿Por qué?: la causa es una vida manchada por el pecado, que impide al alma prepararse para la vida eterna.

jueves, 31 de octubre de 2013

«Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación » (1 Tesalonicenses 4, 3)

 


2º. Corintios 7,1: «Teniendo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios.» 

1º. Tesalonicenses 4.  3-5: «Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación, que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor, y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. »