Gloria
y alabanza a la Santísima Trinidad, bendita y alabada sea por siempre la
Bienaventurada Virgen María Madre de Dios.
Mis
hermanos y hermanas, llegamos al domingo, un día maravilloso, para disfrutarlo
meditando la Sagrada Escritura, y orando, dando gracias al Señor, ya sea en
soledad o en familia.
¿Quién puede vivir
sin contar con Cristo? ¡Nadie!, sin embargo, para los que quieren alejar a Dios
de su propia vida, ese tal, termina por hacerse esclavo del demonio, cuando
Dios nos ofrece la verdadera libertad, renuncian, y esto es lo que hacen los
inicuos, pero cuánto más se establezca leyes para hacer callar a la Santa Madre
Iglesia Católica y a los cristianos, más se extiende por el mundo la corrupción
en todos los sentidos.
Necesitamos a Cristo en cada momento de
nuestra vida. Una vez por semana no es suficiente, sino en cada instante es
necesario.
¿Cómo puedo llevarme bien con el prójimo si
hago oídos sordos a Cristo, creyendo que “cumplo” una vez por semana? O en
Navidad, Semana Santa, etc. El demonio no quiere darse ni un momento de
descanso: ¿y nosotros sí? ¿Es que es importante vernos sometidos por el
príncipe de las tinieblas?
Cuando vamos a encontrarnos con Cristo una
vez por semana, bueno, no todos vamos una sola vez a la semana, pues hay
personas que van cada día. Pues bien, los que van una vez por semana, ya que
cumplen también con su trabajo, nadie debe olvidarse del Señor, pues también en
el hogar, tras la jornada de trabajo, el tiempo que pierde ante la televisión,
bien se puede ocupar en la oración, en la meditación de la Sagrada Biblia,
interesarse plenamente por las lecturas del día, que no pudo atender en la
Misa, porque estaba trabajando, y en casa poder buscar esos textos bíblicos. La
oración del rosario con la familia, leer vidas de santo, su doctrina.
Por obligación o por amor.
Debemos preguntarnos, ¿voy a misa porque es
precepto, por obligación, o por amor?
Yo no comprendo cómo algunos dicen “ir a
Misa por obligación”, “obligado a hacer esto”, ¿tanto molesta al alma hacer las
cosas por obligación? Cuando el corazón del alma cristiana, está vacía de amor
de Dios, se siente como obligada a hacer esto o aquello. Cuando el ver la
televisión, ¿es por obligación? ¿Es menos importante la misa que atender
eventos profanos y paganos?
Si no amamos al Señor, todo se nos obliga.
Pero si le amamos, no vemos incomodidad que el Domingo como Día del Señor, es
también encontrarse con el Amado y recibirle en la Sagrada Comunión. El amor a
Dios nos purifica y nos santifica, cuando no hacemos las cosas por obligación.
¿No nos parece absurdo pensar que por
obligación es necesario la salvación?, pero hay condiciones para seguir y
obedecer a Cristo, y cuando lo hacemos, es desde el corazón, y salimos ganando.
Meditamos el Evangelio: