Una vez más, mis buenos hermanos, voy a molestar con esta reflexión, no deben leerlo si no quieren sentirse molestos.
La intención de molestar es contra la mundanidad, pero de ninguna manera es ofender a los verdaderos sentimientos religiosos, sino a los mundanos.
No queridos hermanos, no se trata de ofender a persona alguna, sino a actitudes contrarias a los intereses de Cristo Jesús.
No queridos hermanos, no se trata de ofender a persona alguna, sino a actitudes contrarias a los intereses de Cristo Jesús.