Alguna vez que otra, en nuestro buzón de correo electrónico, nos encontramos que alguien nos ha reenviado un mensaje alarmante, para ayudar a una persona, "se necesita alguna transfusión de sangre", y que debemos reenviar nuevamente el correo recibido.
Hemos de ser prudentes y no hacer caso a esos falsos mensajes, los mal intencionados se disfrazan de "caridad", con el propósito de conseguir direcciones de correo electrónicos, y cuando lo tienen, el ordenador puede comenzar a fallar, más lento, más virus, más intrusiones, el pirata informático ha conseguido hacer de las suyas.
Suele leerse noticias que muchos ordenadores han sido infectados por virus. Al parecer los hácker, cuando tiene una dirección electrónica, llega a espiar a ese ordenador, y busca la forma de "enviarle un programa malicioso que destruya su disco duro, hasta dejarlo inservible", aunque de hecho, no es el disco duro lo que queda inutilizado, sino los archivos que pueden contener ese disco duro. Aunque ya hay programas que pueden ayudar a la recuperación de los archivos dañados. De todas formas no conviene hacer caso, a los falsos mensajes.
Ya he recibido el mismo mensaje, hasta tres veces, y yo nunca he tenido la necesidad de reenviarlo, hemos de ser prudentes; no reenviar nada sospechoso, incluso toman, el nombre de personas que podriamos conocer, para que caigamos en la tentación: "cómo esta persona que yo conozco, me hace esta petición de reenviar, haré lo mismo". Los piratas informáticos pueden hacerse pasar por personas del que tenemos confianza. Y sus propósitos no son nada bueno.
Pero también es verdad, que en un momento ha habido alguna urgencia "entre la vida y la muerte", pero que en el tiempo actual, ya ha caducado, por decirlo así. Un mensaje urgente, que pudo haber salido allá por los años 1990 o 2000, incluso antes, con una noticia, pero no se detiente, sigue dando más vuelta por el mundo, y aquel mensaje del año 2000, puede ser reciente, y aquella persona ha dejado de estar en este mundo, por su fallecimiento. Los que lo reciban hoy día, pensarán que se trata de alguna persona de este siglo 2012, y no es así.
Otra de las trampas que hacen los mal intencionados, es que son capaces, cuando tienen el corazón endurecido por el pecado, de una foto, deformar el rostro de una persona, y decir, que se necesita urgentemente dinero para que le operen, porque la cirugía es muy cara. Esto es otro engaño, Pues con el Photoshop se puede cambiar una imagen hasta deformarla hasta tal extremo, que quien no conozca su técnica, llega a creerse que esa imagen de una persona de corta edad, de un adulto o de un anciano, necesita urgentemente remedios, y dan un número de alguna cuenta bancaria para que los engañados envien dinero.
