Jueves Santo:
Doy gracias a Dios, porque esta vez, porque estamos en tiempo de Semana Santa, Correos ha tenido la amabilidad de ser más puntual, y la publicación Paraula la he recibido en su justo tiempo, no una semana después.
La conversión del corazón se consigue a través de la humildad que necesitamos tener, porque nuestra soberbia, nos vuelve a tirar, pero el Señor que nos ama, está a nuestro lado, no nos deja sólo, no nos abandona, nos ayuda a levantarnos cuántas veces sea necesario, y esta nuestra necesidad de levantarnos, mediante la perseverancia. No nos agrada la suciedad del pecado, es una carga repugnante que detestamos. Nos lleva amorosamente al sacramento de la confesión, quiere vernos libres y ágiles, con nuestras almas limpias de toda mancha de pecado.
Las meditaciones de los Santos y santas nos animan a seguir trabajando por el Reino de los cielos, ellos antes que nosotros, han conseguido la Herencia Eterna. Nosotros hemos de perseverar seguir los pasos de ellos, es decir, siguiendo las huellas de Jesús Cristo, estamos con Cristo. Hoy es Jueves Santo, no dejemos de acudir a la Cena del Señor, Él nos espera. La confesión sacramental nos acerca al Corazón de Cristo, nuestros pecados nos va destruyendo, vivamos entonces la vida de Jesús.