San Agustín: «Uno debe decir la verdad, especialmente cuando una dificultad hace que mucho sea más urgente. Que lo comprenda el que pueda comprenderlo.
Guardémonos muy bien de que, guardando silencio por consideración a los que no sean capaces de comprenderlo, no sólo se frustre la verdad, sino que sean dejados en el error los que pudieran haber captado la verdad, escapando así de su error».
Me viene al pensamiento aquello que dice Jesucristo: «El que no está conmigo está contra mí» (Lc 11, 14-23)
Para muchos cristianos sin pensar en el tiempo de Adviento, ya en el mes de Noviembre se vive como en Navidad.
No hemos de olvidar el Adviento, si vivieramos la misma fe de la Iglesia Católica, entonces es fácil comprender el sentido del Adviento.
Cuando el corazón se apega a este mundo, no capta el mensaje del Espíritu Santo a través de la Iglesia Católica, el corazón embotado no puede aclarar a nadie las ideas, y no se vive la fe como es debido.
¿De qué sirve al alma ir a Misa, comulgar diariamente, y no crece en la fe, sino que hace todo lo que quiere? ¿Y eso que quieren no es lo que quiere Cristo ni enseña la Iglesia Católica?
Por otra parte es de locura tratar a Dios sin reconocer su Majestad, con indiferencia e irreverencias.
Hay crisis que son manifiestas, las que todos conocen, pero hay otra crisis que nadie están interesado en reconocer, y es su desamor a Cristo, su desamor a Dios nuestro Señor, las oraciones mal hechas, las indiferencias, el gran silencio ante tantos abusos y atropellos litúrgicos; es el silencio de los cristianos desamorados de Cristo, le da igual coger la Comunión de cualquier manera. Y tantos desordenes. Nuestra preparación para salir al encuentro de Cristo debe ser todo el año, pero en estas fechas del Adviento, es necesario tomarse un tiempo para los Ejercicios Espirituales. El problema está, que no todos ponen en práctica lo que se puede enseñar en esos retiros. Pues en los días siguientes se vive como si Cristo ya no contara otra vez en la vida personal; y así años tras años. Que hay corazones que no se resuelven muy en serio en las enseñanzas de Cristo y de la Iglesia Católica.
Todos queremos salvarnos, pero hay que trabajar con perseverancia en el camino de nuestra salvación.
La solución a nuestro problema, debe resolverse con nuestra voluntad a tomar en serio el Evangelio de Cristo con la fe de la Iglesia Católica, y nos salvaremos,
Hermano, hermana, ojalá que otros hermanos siguieran vuestros ejemplos de estar preparados para el encuentro con Cristo, sois bendecidos por el Señor gracias a vuestra preparación espiritual, que no os olvidáis de Él. No renunciemos a este camino, hemos de ser perseverantes en el tiempo que el Señor nos da antes de salir para la eternidad feliz.
Como hijos de Dios, no podemos vivir como si Él no existiera
¿Es posible hablar de Dios a nuestra medida? Cuando se hace de esta forma, ya hay división, y se peca contra la caridad cristiana, no estamos entonces llevando el mensaje de Cristo a nadie, sino que nos aprovechamos de usar su Santísimo Nombre para hablar lo que no conviene predicándonos a nosotros mismos, y con esto se ofende a Cristo.
Hemos de ser sinceros, de vivir conforme a la fe de lglesia Católica, no provocar ni el sectarismo ni la confusión respondiendo por ejemplo:
Comienzo esta reflexión en dos partes, la alegría del sacerdote que se ha entregado a Cristo, pero es sólo una reflexión, porque la alegría que ellos tienen no la puedo manifestar yo, que no soy sacerdote, pues ellos con toda seguridad pueden conocer mucho mejor la alegría que tienen y reciben de Cristo. Pero también los cristianos que no somos sacerdotes, disfrutamos también de la alegría; pero esto se verá en la segunda parte.
Se aproxima el tiempo del Adviento, que no es de Navidad, sino una preparación. Para cuando llegue Jesús necesitamos estar muy preparado. Nosotros aunque somos imperfectos, nunca debemos hacer trato con nuestras imperfecciones, pues el ser cristiano es una búsqueda continuada, perseverante a Cristo. Él es el centro de nuestra vida, y debemos, como hacen los buenos hijos e hijas de la Santa Madre Iglesia Católica, se identifican con Cristo, le aman, le adoran, y el ejemplo de los santos también está de nuestra mano en hacerlo; muy en especial, en nuestra entrega total a Dios, una lucha constante contra nuestros vicios y pecados.
Hemos de perseverar en el amor del Señor, es terrible lo que sucede, y cuánta paciencia tiene tantos sacerdotes de soportar comentarios repetitivos y a centenares, en algún blog. Pero las cosas que ofenden al Señor no se puede consentir, porque la dejadez y la indiferencia son algo por el que se tiene que dar cuenta al Señor en el día del Juicio. Hay momentos en que debemos callar, pero cuando se trata de defender los derechos de Cristo, ni siquiera la Iglesia Calla, sino que habla, en su hablar con la misericordia, hay quienes se sienten dolidos. Hablan de misericordia pero no entienden su sentido, hablan de Cristo pero desconocen el Evangelio.
Cristo es Rey, es nuestro Dios, nuestro Redentor, necesitamos estar siempre con Cristo, porque estamos en un mundo confuso, oscuro y conflictivo, pero solo en Cristo que vino al mundo a traernos la luz. La Vida eterna.
Yo quiero que Cristo reine en nuestros corazones, en nuestras vidas, en nuestros hogares, queremos permanecer con Cristo ya vayamos de viaje, en el trabajo, en todas partes, incluso paseando también deseamos que este maravilloso Amigo y Compañero, que tanto nos ama, esté con nosotros, ahora y para siempre.
Hemos de adorarle con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, no debemos consentir que el tentador nos aleje de Dios en las tentaciones, corramos, acudamos rápidamente al Rey de reyes, que siempre estará atento cuando le invocamos con el corazón bien preparado. Si nuestro corazón es imperfecto, es verdad, no dejemos de suplicar al Señor que nos ayude a perfeccionarnos, fuera de Él es imposible hacer algo bueno.
El mundo se imagina que "Cristo ha fracasado" cuando murió en la cruz, por el contrario, Jesucristo triunfó, venció al tentador, al demonio, a la muerte cuando resucitó, es Rey Victorioso. Por el contrario, el pecado siempre tiende al fracaso, pero nosotros, pobres pecadores, en Cristo Jesús siempre vencemos nuestras tentaciones, sin la ayuda de Él fracasamos.
Reconociendo a Cristo como nuestro Rey y Salvador, nos encaminamos hacia la salvación, hemos de pedir al Señor, todos los días, muchas veces al día, que nos conceda la gracia de la Perseverancia Final, por nosotros y por todos nuestros hermanos y hermanas.
¡Gloria a Ti, Señor Dios nuestro! ¡Ven, Señor Jesús!
Necesitamos para nuestra tranquilidad y paz, que el amor de Dios entre en nuestros corazones, por eso es preciso que toda mancha de pecado venial no nos corrompa. El pecado mortal de por sí, es un desprecio a Dios; pero también es un desprecio para sí mismo.
Hay personas que se sienten sola, pero no se atreven abrir su corazón a Cristo, buscan el consuelo de otras personas que caminan sin saber a donde.
Pero Cristo viene a nuestro encuentro, nos ama, Dios nos ama de verdad, por eso hemos de librarnos de nuestros pecados y vicios.
Las "alegrias" de este mundo, nunca pueden hacernos felices, el hombre mundano, el pecador incorregible, buscan medios para encontrar una paz, pero no acepta al Señor, que es verdadera Paz y Alegría.
El cristiano superficial podría ser que pase unos minutos muy feliz, en apariencia, Pero Dios es amor, y fuera de Él no existe ninguna alegría. Fuera de Dios hay pecado y oscuridad, engaños, angustias, amarguras. El Señor nos ofrece la solución para encontrar la Paz.
Si no vivimos conforme al Corazón de Cristo, no podemos amar. Muchas almas vagan por el mundo, sin Dios, ellos creen que el amor no existe o es limitado, pero el verdadero amor es Dios.
Estas fotos las hice yo después de un encuentro con mis con voluntarios de Radio María, ya había terminado, y por la carretera, se veía paisajes. En el autobús había una especie de pegatina, que no me fijé antes de sacar la foto: