martes, 8 de noviembre de 2011

El Valle de los Caídos

Muchas personsa no se animan a arrodillarse ante el Señor que merece todo nuestro amor y respeto. En alguna ocasión cuando el Santísimo, está en exposición en el altar, muchas personas, en vez de dedicarle su  tiempo al Señor, se lo dedican a sí mismo, incluso hablando de cosas de vanidad y materiales, que lo ven como algo más interesante que estar recogido en el Señor.

Hay sacerdotes que educan a las personas los momentos en que el feligrés debe arrodillarse, pero no le hacen mucho caso, prefieren permanecer de pie o sentado, pero el estar arrodillado, es algo que según la conducta de los tibios, no debe permitirse.

¿No nos dice nada las imágenes que vemos a continuación? Ya he pedido permiso al padre Tomás de copiarlo y compartirlo también por medio de este blog:

El Valle de los Caídos


lunes, 7 de noviembre de 2011

Marea humana en Cuatro Vientos

En la JMJ hubo muchas personas, desde niños pequeños, adolescentes, adultos, ancianos, familias, amistades que en alguna ocasión perdieron de vista a su grupo, y se perdieron, y aunque el guía del grupo estuviera al frente llevando la bandera, pero durante la marcha se cruzaban otros grupos con sus banderas, y tantos colores, que yo me perdí en varias ocasiones, a otro le oí, ya era de noche, que más de veinte veces había perdido a su grupo, tendria como unos veinte años-

domingo, 6 de noviembre de 2011

Índice por temas...

En este índice se irá actualizando para comodidad de los lectores, además de los temas y reflexiones, incluiré webs católicas, están más abajo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Despidos y agresiones por llevar el crucifijo al cuello

Hay lugares donde sabemos que no está bien visto la presencia de Jesucristo y de la Santísima Madre de Dios, no les agradan para nada el recuerdo el amor de Dios, que se muestran en imágenes y en crucifijos-

He leído que un estudiante llevaba dos tipos de crucifijos, uno que lo tenía oculto, tras la ropa, y otra en forma de tatuaje. Le dieron una paliza que lo mataron, en otra parte del mundo: Musulmanes matan a cristiano por llevar una cruz . En Inglaterra, dos trabajadoras fueron despedidas por llevar el crucifijo.

No renunciaron a Cristo, no se avergonzaban de Él estas valientes trabajadoras, prefirieron antes no seguir trabajando con tal de llevar a Cristo, tanto en sus corazones, como en el cuello. Lo terrible sería, que si una persona en el trabajo lleva su crucifijo a la vista de todos los demás, porque sus patrones, les dijeran, "Si no quieres perder el puesto de trabajo, tienes que quitarte el crucifijo", no se debe aceptar estas condiciones, es preferible perder todo, pero nunca a Cristo, y por Cristo, se gana todo.

Pienso que el Señor, recompensará a esas trabajadoras consiguiéndole otro puesto de trabajo mejor, con patrones más comprensivos y honestos.

Aparte de esto, la persona puede ser víctima de una agresión, porque llevar el crucifijo al cuello, es una renuncia al pecado, es identificarse con Cristo, es amar incluso a quienes nos insultan, amenazan y agreden, sin ningún resentimiento hacia ellos.

Un caso distinto, si una persona lleva tatuada un signo religioso católico en su cuerpo, no es esto lo que el Señor le pide, y el resentimiento hacia sus agresores se hace notar.

Teniendo presente, que el crucifijo no se puede ver como algo malo, pues por la cruz alcanzamos la Vida eterna. Esto es por una parte, pues entre Cristo, de los dos ladrones, uno se convirtió y se salvó, pero el otro, también crucificado, se fue a un lugar distinto al de su compañero de delitos.

Llevar la cruz en el cuello, significa tener a Cristo como nuestro compañero de camino hacia el Padre celestial, por tanto no es ninguna idolatría según creen algunos,

Los protestantes suelen hacer comparaciones absurdas, sin sentido, como si alguien se pusiera el machete al cuello. El crucifijo no es un arma de muerte, insisto en ello, yo diría, como una escala que nos lleva a Cristo, estar crucificado uno mismo en Cristo.

Veamos, Cristo, es verdad que murió en la cruz, y de ahí ha salido el perdón para los que hicieron el mal, sin saber lo que hacían, pedía al Padre el perdón para todos. En la cruz Cristo no sintió ningún resentimiento, el crucifijo desprende amor y caridad, oración y atención y entrega al Padre celestial, por lo tanto, es imposible ver un signo de "maldición", es en cambio, un medio para alcanzar la Vida eterna.

Llevar la cruz, debe hacernos tener una vida más atenta y recogida ante el Señor, más vida de oración, no es un signo de vanidad, sino de amor al Crucificado y Resucitado por nosotros. Si Cristo tocó con su cuerpo la cruz, ésta se convirtió en una bendición para todos nosotros.

El enemigo de las almas tienta a algunos para hacer creer en lo negativo de los crucifijos, de la cruz de Cristo, porque es también arma poderosa contra la soberbia, los vicios y pecados.

Llevar la cruz de Cristo y seguirle no es sólamente un signo externo, también en la vida interior, no dejarse dominar por las adversidades, incomprensiones, agresiones, insultos, enfermedades, etc. etc. Yo Amar a la Iglesia Católica, al Papa, a los obispos y sacerdotes que están en comunión con el Sucesor de Pedro, le debemos obediencia, cariño y respeto, sin murmuraciones. Y sobre todo, que ningún día falte nuestras oraciones por todos ellos, y por la conversión de los pobres pecadores.

Tristemente está sucediendo en España, y ha comenzado por Ceuta, que una mujer católica, acompañada de su hija, por llevar el crucifijo al cuello fue insultada y agredida por dos musulmanes, pero esto, hay riesgo que se extiendan por otras localidades españolas donde el número de musulmanes está creciendo, por lo que he leído, atacan sobre todo a mujeres indefensas, como en Ceuta, por ese odio tan grande que tienen a Cristo crucificado.

El crucufijo no es un signo de provocación a la violencia, no llevamos una simple cruz, sino a Cristo tanto en nuestro corazón como en nuestro cuello, sin avergonzarnos, ni retroceder ante las amenazas, la Gracia de Dios nos anima a ser valientes y no cobardes.

¿Por qué tanto odio y desagrado hacia el Amor que es Cristo? Dios es Amor. No llevamos instrumento de suplicio ni de muerte, sino la Vida.

¡Ánimo! Demostremos el Amor de Cristo a todo el mundo, con nuestros ejemplos, y nuestra identidad externa, quien todavía no lleve el crucifijo, lo puede comprar en alguna librería religiosa, o en establecimientos católicos donde vendan imágenes religiosas, compren una crucecita, llévenlo al sacerdote que lo bendiga, y lo más importante, tengamos siempre presente a Cristo en nuestras vidas, hogares, trabajos, etc. Y no vayamos a lugares donde el mundo se divierte, siempre alejados del Amor de Cristo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Benedicto XVI explica la santidad y la importancia de la familia

Sin la aceptación a la vida de fe con los sentimientos de la Santa Madre Iglesia Católica, no podemos alc alcanzar la santidad que el Señor quiere para nosotros.

Todos los cristianos estamos llamados a la santidad, Dios no niega conceder gracias y dones que nos pueden llevar de la perfección a la verdadera santidad. Ya en alguna que otra ocasión que he referido, es necesario vaciar nuestro corazón de todas las cosas que no corresponden a lo que Cristo y la Iglesia Católica nos enseña para nuestro bien, hemos de aprender a amar a un solo Señor, Cristo, no debemos tener al mundo nuestro interés para divertirnos, más bien orar por todos.

Hemos de mirar a la Iglesia en su dimensión sagrada, no por la fragilidad del ser humano, el Santo Padre lo ha explicado muy bien este domingo.

Por eso nuestros pensamientos si no son como los de Cristo, no podemos santificarnos, nuestra mirada debe ser pura, limpia. Es verdad que en ocasiones muy tristes, vemos ejemplos que no son cristianos, pues entonces, alcemos nuestro corazón y nuestros ojos, a Cristo, encomendándole la causa a resolver. Si no se resuelve, al menos, hemos de hacerlo en nuestro interior, orando por todos los hijos he hijas de la Iglesia Católica.

A continuación, una noticia y dos videos del Papa que nos anima a la santidad, y nos ofrece cuales son los mejores caminos, pues no hay otro que...




Semana 31 del Tiempo Ordinario y domingo 32

De las Conferencias del P. José María Iraburu

martes, 1 de noviembre de 2011

En la solemnidad de todos los santos

Nuestras oraciones a los Santos se dirigen a Dios, porque por medio de ellos, que buscamos su intercesión, son los verdaderos héroes y heroinas, porque superaron tentaciones, adversidades, si cayeron, se levantaron bien pronto, porque tenían su fuerza en Cristo Jesús.

Nosotros que hemos sido llamados por Cristo para nuestra salvación, porque quiere que nos santifiquemos, y la vida de santidad es verdadera vida, porque hemos permitido que Dios forme parte de nuestra propia vida, ya sea en el hogar, en el trabajo, en todas partes, y nada reprobable debemos cometer, sino que todo lo que hagamos sea grato a Cristo nuestro Dios y Señor.

Hay muchísimos santos y santas que conocemos, pero no todos están en los calendarios, estuvieron un tiempo, pero sabemos que se celebra un santo o santo por día, excepto la Santísima Madre de Dios, que la Iglesia Santa, la recuerda muchas veces al año, y esto es muy bueno, porque por María, que Ella es nuestra Abogada, nuestra Intercesora ante su Divino Hijo Jesús, tenemos más facilidad de ser santos, santas. Pero no hemos de abusar de la Misericordia de Dios, no debemos ser falsos devotos de los Corazone de Jesús y de María Santísima, hemos de estar íntegramente pendientes y atentos a lo que Jesús nos diga. La Madre de Dios quiere que nos acudamos a Jesús, y Jesús quiere que no olvidemos a la Santísima Madre de Dios, también como nuestra Madre del cielo, pero cuando la necesitamos y la invocamos con fe, en un instante está con nosotros.

lunes, 31 de octubre de 2011

Llamados a ser santos

El Señor nos ha rescatado de la esclavitud del pecado, en primer lugar cuando nos llamó al Sacramento del Bautismo, sacramento que da vida, pero que con el paso del tiempo, de los años, parece que sin darnos cuenta volvemos hacia la muerte. Pero el Señor que nos ama, quiere vernos junto a Él en su Reino, y tenemos otro sacramento que nos ayuda a renovarnos en el Señor, el sacramento de la Penitencia, que cuando nos arrepentimos de nuestras caídas, el Señor en su infinita Misericordia, vuelve darnos la vida.

La santidad está al alcance de todos los que deseamos renunciar a nuestros vicios y pecados. El mundo no puede aceptar al Señor, por eso muchas veces engaña al alma, arrastrándola hacia la esclavitud de la idolatría.
Nuestro amor a la Iglesia Católica, al Papa, a nuestros obispos y sacerdotes que están en comunión con el Sagrado Corazón de Jesús, en conformidad de la Santísima Voluntad del Padre, son caminos que nos facilita a la vida de santidad.
Ayer escuché por …. Que decía, “yo no creo en el Papa ni en los obispos, pero sí en lo que dicen cuando hablan del Señor en sus homilías”
Si este hermano mío, a quien respeto, lee estas insignificantes palabras mías, yo le responderé: yo sí creo en ellos, en el Papa y en los obispos. ¿Porqué?
Y bien podemos reflexionar la sana doctrina que nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, están ahí las razones para creer.
Mi pobre reflexión, creo en el Papa porque en él veo al mismo Jesucristo, también es su Vicario y sucesor de Pedro; creo en los obispos porque en ellos veo a los sucesores de los Apóstoles,
Lo que yo no puedo creer es quien sea, cuando expresa una opinión como si fuera veraz, y sin embargo hay elementos que contradicen al Espíritu Santo. Y si contradecimos algunas de las enseñanzas del Evangelio, ya estamos poniendo puerta cerrada a nuestro camino de santidad.
¿Por qué no creer en los sacerdotes que se asemejan a Cristo? Cristo se hace presente en los santos. El Divino Maestro, nos enseña que Él está en los pobres, en los necesitados en los hambrientos, en los enfermos, que esto ya lo conocemos por sus enseñanzas en el Evangelio.
Los santos son instrumentos de Dios, que con sus ejemplos animan a la conversión, a la vida de oración.
Todo cristiano que honra y adora a Cristo, vemos un réflejo de la bondad del Señor. Es decir, si honra a Cristo, es porque antes se ha vaciado de sí mismo, y no pone en práctica las obras que el hombre viejo, nuestro hombre viejo pone a nuestro paso para que tropecemos. Y ya había hablado del sacramento de la penitencia, que no aceptamos las zancadillas del hombre viejo y por eso necesitamos vivir la libertad de Cristo, y como es bien sabido, la confesión frecuente, no una vez al año, pero si recomendable una vez por semana, conforme a una catequesis del Santo Padre a los niños.
Hay algo más, lo que yo no creo es en todas esas personas que no se asemejan a Cristo, posiblemente nos hablará cosas buenas, pero sacadas de experiencias ajenas, y nunca de la propia, hablarán de cosas aprendida de memorias, pero sin experiencia de vida de santidad, no puede ayudar a quienes de corazón y con toda el alma, aman a Cristo.
Si un cristiano pone una parte de su corazón al mundo, ya no está caminando vida de santidad.

domingo, 30 de octubre de 2011

Solemnidad de los Santos; (1 de noviembre)

Nosotros también estamos llamados a ser santos, cuánto mejor sea nuestra oración, mejor será nuestra identidad cristiana, sin avergonzarnos de Cristo de ninguna de las formas, el Señor nos dará fuerzas para ser santos.

Por el contrario, oraciones y entretenimientos mundanos no proceden, se debe dejar todo lo terrenal, para que nuestras oraciones sean del agrado del Señor.
Escucharemos también las letanías de los Santos. Una es español, que está muy bien preparado, pero siempre me ha gustado en latín.

En latín hay videos distintos, pero siempre con el mismo contenido agradable de la letanías de los santos, cantadas en latín.

Los obstáculos para la santidad, debemos ignorarlo, y seguir adelante, sin quitar nuestros ojos y corazón de Cristo.
El Santo Padre Benedicto XVI, nos enseña quienes son los santos, y que nosotros podemos unirnos también a los Santos.