viernes, 7 de octubre de 2011

Beato Gil de Asís

Mis lecturas favoritas entre los libros de los santos y santa, es sobre la vida de la Familia Franciscana, en ellos encontramos formas de amar más el camino de la oración y la vida de santidad, franciscanos en sus diversificasas ramas de la Santa Iglesia Católica, los capuchinos, y el primero de los capuchinos es el Santo Pío de Pietrelcina.

De los libros de santos franciscanos, tengo aquí mismo, uno que hace algunos años compré,

Excelencias de la sotana y del hábito religioso

Después de nis reflexiones pobres en defensa de los derechos de Cristo, por las virtudes cristianas que pueden desprender el sacerdote o religioso o religiosa lleno de Dios y de su amor, en Internet, hay lo que ya han compartido sobre las excelencias de la Sotana, sin duda las excelencias se extiende al hábito religioso, que sin dificultad se puede sobrepasar más de siete excelencias.
Pero, para algunos, "el hábito no hace al monje", debe verse también que si una persona que se consagra al Señor, pero se inclina a los "regalos del mundo", no solamente será un falso monje, será un falso cristiano.
Pero el llevarlo con dignidad y santidad de vida...
  1. La aceptación del Sí a Jesucristo cuando llama;
  2. El desprendimiento de sí mismo para ser libre en el seguimiento del Señor;
  3. Poner en práctica en lo que nos toca en la mision o misiones de nuestra vocación: Sacerdote, religioso o religiosa.
  4. Ser libre para entregarnos a la Santa Obediencia de nuestros superiores eclesiásticos; obispos en comunión con el Papa.
  5. Nuestras oraciones gracias a la santa obediencia, tendrán alas veloces para acercarse al Señor, y la perseverancia en la Santa Obediencia, nuestras oraciones desprenderán un agradable perfume que complace al Señor.
  6. Facilidad para vencer a nuestra conducta perversa del hombre viejo, a todo lo soberbio y autosuficiente que pueda corrompernos.
  7. Jesús y María siempre serán nuestros compañeros de camino, nos ayudará a vencer nuestras tentaciones.
Y me detengo aquí para dar paso, a la reflexión Excelencias de la sotana:

miércoles, 5 de octubre de 2011

Oración y acción de gracias

Hemos de aprender, si todavía no lo hemos hecho, ser agradecidos con el Señor, pero agradecerle no es simplemente decir "gracias", si después a lo largo del día nos olvidamos de Él.

Dar gracias al Señor, debe serlo desde nuestro corazón, con perseverancia, con amor y sinceridad, con verdadera humidad de corazón. Ofrecerle cada instante de nuestra vida, porque no somos dueño de nosotros mismos. Nosotros no nos podemos dar la libertad que queremos, es Dios, es Cristo quien verdaderamente nos hace libres, pero Cristo y la Iglesia Católica, son inseparables, por tanto, sería imposible, amar a Dios, si no amamos a la Iglesia Católica y respetar al Sucesor de Pedro, orar por él, amarle.

 



Cómo ir a Misa y no perder la fe

¿Cómo ir a Misa y no perder la fe? el título tiene su autor, no es mío. Pero me ha servido para hacer la reflexión.
Desgraciadamente hay personas que cuando van a Misa, o comulgan lo hacen sin fe, la rutina, la tibieza, el olvido de Dios, de los sacramentos. Creer en Dios y vivir como si no existiera.
La infidelidad a Cristo puede llevar al desastre, porque cuando se desobedece a Cristo, ya está siguiendo los deseos del príncipe de las tinieblas.
Y se alegra mucho Satanás, cuando al distribuir la comunión, por no obedecer a la Iglesia Católica, que enseña que la bandeja debe mantenerse:

lunes, 3 de octubre de 2011

La Familia Franciscana complace al Señor

Aunque hay personas que dice que no se puede seguir el Evangelio al pie de la letra, es porque no se han dejado encontrar por Jesucristo.
Los Santos, y en especial, San Francisco de Asís, tuvo distintos encuentros con Cristo a lo largo de su vida, y comprendía muy bien la radicalidad del Evangelio, que para el hombre viejo es imposible seguir, pues se trata de una carga tremendamente pesada e insoportable, necesita las comodidades y caprichos de este mundo; por el contrario, el Hombre nuevo que es la imagen de Jesucristo.
El hombre con su corazón en el mundo, llega a decir públicamente que no es necesario tanta vida de oración, que no hay que confiar en la Divina Providencia, está enseñando los errores y herejías que llega a practicar.
Por el contrario, los que son de Cristo, son criaturas nuevas, y en este caso, sacerdotes y religiosos; obedientes y humildes de corazón, superan las adversidades que se les pueda presentar.
Muchos corazones con el corazón apegado al mundo, que un día se consagraron como franciscanos, a causa de que han dejado el uso del hábito religioso, conventos, monasterios han cerrado, Desgraciadamente, cuando hay almas que verdaderamente tienen vocación religiosa, y quiere seguir los pasos de Jesucristo, al modo de San Francisco de Asís, y tanto santos reformadores de esta orden celestial, les niegan el paso.
Por el contrario, vemos que en la vida de los santos franciscanos, personas que pafrecían no tener vocación, y querían volver al mundo, por ejemplo, San Antonio de Padua, o el mismo San Francisco, le animaba a seguir por el camino de Jesucristo.
La diferencia está, en que cuando el corazón se llena de Dios y de su amor, es imposible despachar a quien quiere seguir a Cristo en ese estilo de vida.
Y como es bien sabido, que cuando el corazón está entretenido muchos entretenimientos de este mundo, no ama a Dios, y al expulsar al hermano, está ofendiendo al Señor.
Los verdaderos religiosos no impiden vocaciones, pero los falsos una y otra vez, se pone de espalda al Señor, para rechazar a quienes se acercan. Pero según la Palabra de Dios, estos no pueden alcanzar la vida eterna.
Jesucristo advierte al Poverrello Francisco lo siguiente: que quiere que la Orden se mantenga del mismo modo desde el inicio de su fundación. Teniendo en cuenta, que fue Jesucristo quien le ayudó y le hizo ver al Papa Inocencio III, la necesidad de que ese camino, iniciado por San Francisco, tiene relación con el espíritu del Evanegelio. Jesús, prometió a San Francisco que la orden duraría hasta el fin de los tiempos, que iba a permanecer para siempre en la misma línea de la Santa Iglesia Católica, aunque los tiempos vayan cambiando, la fe del espíritu franciscano es el mismo que el de Jesucristo.
A pesar de que ha habido franciscanos, que se han despojado del hábito religioso, la orden sigue permaneciendo así; aún cuando haya monasterios y conventos franciscanos, que al menos temporalmente, cierren sus puertas, la Santa Orden Franciscana, sigue avanzando, no así, el franciscano que deja entrar en la propia vida el seglarismo.
Pero con todo, hemos de honrar siempre, a todos los sacerdotes y religiosos, y orar mucho por ellos, para que se animen, y recuperen el Espíritu de Cristo en San Francisco de Asís.

domingo, 2 de octubre de 2011

El Padre Pío, milagros en el siglo XX

La vida del Santo Padre Pío, es maravillosa, no es un santo que pasa al olvido, como tampoco los que la Iglesia recuerda y celebra cada día. San Pío de Pietrelcina todavía hace milagros, y conocerle cada vez mejor, nos ayuda a acercarnos mejor al Señor.
Ver una película bien hecha del Padre Pío está muy bien, pero leer su vida, y meditarla, con un buen libro, es muchísimo mejor, porque podemos hacerlo en un sitio tranquilo, en el campo, en algún jardín, y poder elevar nuestro corazón y pensamientos hacia Dios, dedicar momentos para la oración a nuestro Señor Jesucristo, a la Santísima Virgen María, y a los santos de nuestra devoción.
Los estigmas del Santo Padre Pío, todavía hay personas que no lo creen, sinceramente, yo sí los creo. Pero como se sabe, no es un dogma de fe. Pero yo me mantengo a todo lo que la Iglesia Católica se pronuncie. Y si todavía no se ha pronunciado sobre los estigmas del Santo Padre Pío, no podemos ni debemos adelantarnos nosotros.
Una de las palabras espirituales del Santo Padre Pío: «Reza, espera, ten fe y no te preocupes.»

San Francisco de Asís, el despreciador del siglo

Cuando nos falta la vida de oración, el tentador nos hará creer que el hábito no hace al monje, pero no podemos creer las mentiras de este mundo.
Es una idea para contradecir la vocación de entrega total al Señor, que llama a la santidad como sacerdote y religioso.

Aparecen acusadores, que se atreven a negar el hábito religioso o la sotana, porque quieren desahogarse "Es que aquel que llevaba hábito o sotana" a cometido graves pecados". Hay otra realidad, contra esta mala intención, y es que muchas personas  que no son religiosas, tampoco visten hábito religioso ni sotana, y con vestidos seglares, cometen barbaridad de escándalos. Sea como sea, el que peca, dice San Juan Evangelista que es del diablo. El vestido decente y casto no puede pecar, ni llevar a pecado. Mucho menos todo aquel que permanece en Cristo, no puede pecar (1Jn 3, 6); el que no permanece en Cristo se coloca al margen de la Iglesia Católica para cometer su pecado. Todo el que acusa a un alma consagrada es porque no lleva a Cristo en su corazón.

«En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del Diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.» (1Jn 3, 10)
Cuando el Señor llamó a una vida distinta a Francisco de Asís, se despojó de sus vestidos seglar arrojándolo al suelo, en presencia del Obispo de Asís. 

sábado, 1 de octubre de 2011

P. José Antonio Fortea: Historia de la Sotana

Son muchos autores que saben valorar la dignidad de la sotana y del hábito religioso. Si un alma no dedica mucho tiempo para la oración y la Eucaristía, no puede comprender su significado.

Si una persona como se ha repetido tantas veces, "el hábito no hace al monje", cambiará de opinión en el momento en que comience a orar con todo su corazón y con toda su alma. Descubrirá los errores de su pasado, y aceptará la realidad de lo que enseña la Santa Madre Iglesia Católica.

Precisamente es eso, la falta de oración en la vida cristiana. Pero la oración será oración en cuanto se despoje uno del propio hombre viejo.

Solamente en la Luz de Cristo podremos aceptar lo que el mundo ni comprende y se pasa la vida rechazando cualquier asunto relacionado con Dios y los intereses de Cristo.

Hoy le toca al padre José Antonio Fortea, que también ha escrito documentos en defensa de la sotana: