Ha sucedido siempre, mis buenos hermanos, en cuánto nos tomamos cada vez más en serio la vida del Evangelio, ya nos estamos metiendo en complicaciones, no es nada fácil hacernos entender a la primera, pero si respondemos con caridad del porqué de tal o tal Pero no siempre hay preguntas, en cuanto pudiera haber que alguno no pueda entender tal cosa, ya se da por echo, lo que le ha venido en el pensamiento, hasta intentar explicarle de la forma que lo entienda.
A mí me queda un largo camino para aprender, en este corto de tiempo que me queda de vida, y nunca podré acertar con mis reflexiones, no todos lo entienden con claridad.
Pero esto también a mí me ayuda a avanzar en la fe y en la caridad.
En esta semana ha sucedido tantas cosas, algunos de los momentos que he estado, como si estuviera en una clase, para aprender, hubo un alumno que no progresaba en alguna cosa que él dijo: "Dios no castiga", pero hay apologistas católicos admirablemente instruidos en la doctrina de la Iglesia Católica, gran conocedor de nuestra fe, con el mismo sentir de la Iglesia Católica.
Yo he estado leyendo y releyendo tanto la Palabra de Dios, Antiguo y Nuevo Testamento, y observo que Dios sí castiga, pero sobre todo el Señor ama y siempre muestra su misericordia. En el Antiguo Testamento vemos las innumerables infidelidades que el pueblo judío cometía, pero el Señor una y otra vez perdonaba, porque no quería castigar con la muerte eterna. Y siempre perdonaba, pero también he leído doctrina de los Santos Padres, que a su tiempo, compartiré ese asunto sobre los castigos de Dios.
Yo he estado leyendo y releyendo tanto la Palabra de Dios, Antiguo y Nuevo Testamento, y observo que Dios sí castiga, pero sobre todo el Señor ama y siempre muestra su misericordia. En el Antiguo Testamento vemos las innumerables infidelidades que el pueblo judío cometía, pero el Señor una y otra vez perdonaba, porque no quería castigar con la muerte eterna. Y siempre perdonaba, pero también he leído doctrina de los Santos Padres, que a su tiempo, compartiré ese asunto sobre los castigos de Dios.
Sí, ya sé que el Señor es infinitamente misericordioso, todo eso lo tenemos muy claro, pues el Señor no usa de su castigo a los humildes, a los castos, a los limpios de corazón, a los que estaban envuelto en los más atroces pecados, pero arrepentidos vuelven a Él, y enseguida son perdonados por el Señor.
Lo iré comentando con la ayuda de los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica, compartiré
algún sitio de apología. S
Lo iré comentando con la ayuda de los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica, compartiré
algún sitio de apología. S
Los apologetas católicos están haciendo una gran labor en defensa de los derechos de Cristo. Porque se sostienen al Magisterio de la Iglesia Católica y a los Papas, por la Gracia de Dios, y el Señor está a su lado, del lado de los defensores de la Iglesia Católica.
Acabo de ver un aviso en la pantalla, que tengo que renovar el antivirus. Así que hoy me acercaré a la tienda. Si no lo tiene en ese momento porque lo tiene que pedir, no podré continuar conectado a Internet. Y tengo que desconectar en cuánto dé avisos a otras personas. Todavía faltan unos días para caducar este viejo antivirus.
Hasta otro ratito si Dios quiere.
Hasta otro ratito si Dios quiere.
La verdad... es complicado. Yo pienso que más que castigar es ponernos en nuestro sitio para que aprendamos algo, para que nos hagamos humildes de corazón. Aunque más o menos sea lo mismo, no me gusta mucho la palabra castigo. En cualquier caso, espero que al final perdone de los errores cometidos. Da gusto entrar aquí José Luis, y "empaparse" de la Palabra de Dios y de tus reflexiones. Un abrazo grande querido amigo.
ResponderEliminarP.D.: Espero que se te solucione pronto lo del antivirus.
Feliz Domingo, buen amigo Pepe.
ResponderEliminarTú has dado con la clave, --"empaparse" de la Palabra de Dios-- El conocimiento de la Palabra de Dios nos ayuda a comprender, que el castigo no se debe temer, sino el pecado, como también lo dijo en una ocasión Benedicto XVI: «No es el castigo lo que debe ser eliminado sino el pecado», (Audiencia general del 18 de mayo de 2011).
El castigo recae precisamente en quienes no están dispuesto a la conversión del corazón, y que han hecho del pecado y del vicio una forma de "vida", habrás notado que lo he puesto ente comillas. Pues el pecado no es vida, sino un caminar hacia una segunda muerte, la condena eterna.
Aunque somos pecadores, no estamos en pecado mortal, y damos gracias a Dios, y por eso, la Misericordia de Dios que es infinita, nos va purificando y dando fuerzas en la fe.
El Purgatorio es un tiempo de purificación para el alma, ahí tampoco en mi pobre entendimiento, yo no lo veo como un castigo, pues todas las imperfecciones se van disolviendo, desapareciendo para siempre, y dar paso a la plenitud de la purificación del alma.
Nuestro amor y devoción a Jesucristo y María Santísima nos encamina hacia una felicidad sin fin. Y además, tú no tienes que temer nada, pues el trabajo que haces siempre, siempre dando gloria y alabanza a Dios, no cabe en ti esos temores, porque Cristo, sin la menor duda, siempre está a tu lado, querido amigo. Y tu amos a Dios nuestro Padre, nos ayuda también a nosotros a perfeccionar nuestro amor a Dios y a la Iglesia Católica.
«No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo » (1º. Jn 4, 18), Con tu amor a Cristo, ya expulsaste el temor del castigo, y como todos nosotros, con la vida de Gracia, no vamos por senderos del pecado, sino de la vida para la Vida eterna.
Lo del antivirus, pues si Dios quiere, el martes por la tarde ya lo tendrán, si es que no se retrasan,
Hasta otro ratito si Dios quiere, Pepe.