martes, 4 de junio de 2013

Lo esencial es la gloria de Dios y la salvación de las almas.

Actualizado a las 17 horas, 22 minutos, 4 de junio de 2013
 
Verás, hermano, si estás animado a leer estas reflexiones, encontrarás que no son escritos con propósitos de rivalidad, ni de orgullo, ni de desprecio a nadie, sino de que nos unamos más al Corazón de Cristo, trabajar y mantener esta misma unidad, los intereses de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  Se trata más de los derechos de Jesucristo que los nuestros personales, dentro de la medida del hombre viejo.

Tampoco se trata de humillar a nadie desde el comienzo de este blog, pues no creo que si un hermano o hermana de nuestra fe católica se sienta molesto si está en comunión humilde y sincera con Cristo y la Iglesia Católica. Los que se molestan son aquellos que no se esfuerzan en vivir según el Espíritu Santo. Pero no es culpa mía, sino del hombre viejo que uno puede dejarse arrastrar es quien se molesta. Hay personas que se sienten humilladas y despreciadas, y una de las cosas que hacen, es rechazar la doctrina de San Alfonso María de Ligorio entre los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica. Rechazan también la Palabra de Dios, o trata de cambiarla en otro sentido como hacen los herejes, a su gusto. 
 
Tampoco se puede equiparar y ciertamente, si estamos unidos a Cristo, no lo hacemos, poner en el mismo nivel a un alma que vive entregada para el cielo, y otra que pone su corazón en las cosas terrenales. No se puede equiparar un alma que vive complaciendo a Dios con el alma tibia, mundana y carnal. Pues lo mundano y carnal no puede santificar a nadie. 
 
No podemos quedar en la indiferencia, ni en el silencio de la cobardía, pues amamos a Cristo, los Santos Padres denunciaban los errores, ¿y hoy se nos exige que guardemos silencio? Si la Iglesia Católica no lo hace, tampoco podemos callar los que nos consideramos hijos e hijas de la Santa Madre Iglesia Católica. Los Apóstoles, ni los Santos Padres y Doctores de la Iglesia Católica, guardaron silencio, sino todo lo contrario, sino que defendieron los derechos de Cristo. ¿Por qué hoy se nos pretende callar de una o de otra forma?
 
  • Algunos de los fariseos, que estaban entre la gente, le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos.» Respondió: «Os digo que si éstos callan gritarán las piedras.» (Lc 19, 39-40) 
Algunos “cristianos de salones” dicen, no tienes que hablar así, porque los sentimientos del otro, pueden sufrir. Lo que equivale, que para estos “cristianos”, las palabras de los Santos Padres se les presentan muy duras y terribles, y que nunca debería mostrarse así. Sin embargo, no tienen reparo en ofender a Cristo, con sus malos modales, con sus chistes. ¿Pueden servidores de Cristo los cristianos aferrados a la idolatría del deporte y la mundanidad? No son cristianos, sino idólatras que se avergüenzan de Cristo. Si leemos las palabras del Papa Francisco, tendremos claro, que se refiere a los cristianos de salones.
 
También en otro lugar:
  • «Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.» (Mc 8, 38)
Y si tú, hermano, hermana, has leído bien otras reflexiones, que a lo largo de este blog que no es de ningún  teólogo, sino de un hijo de la Santa Madre Iglesia Católica, el último del todo, escribo, en todo momento busco la gloria de Dios, no mis propios intereses personales, que no son los de Cristo Señor Nuestro.
 
Me gusta esta noticia, porque como Benedicto XVI, también el Papa Francisco se interesa más por la Gloria de Dios, pero no todos los católicos están pendientes de sus enseñanzas, porque una y otra vez, vuelven a dar importancia muchas cosas que son contrarias a la Voluntad de Dios, y no quieren darse por enterado, porque no tienen amor a Dios, según lo demuestran sus obras.
 
La única gloria que nos interesa es la de nuestro Señor Jesucristo, también el Papa Francisco nos da esta lección, pero la memoria de los mundanos, constantemente anda fallando, y no encuentra motivo espiritual en las enseñanzas del Sucesor de Pedro. Y en diversas ocasiones va insistiendo en la falta de memoria de algunos que se hacen pasar por cristianos, cuando en realidad son idólatras; no cristianos.
 
  • VATICANO, 21 May. 13 / 05:29 pm (ACI/EWTN Noticias).- “Todos ustedes en la plaza gritan ‘Francisco, Francisco, Papa Francisco, pero ¿Dónde está Jesús?’”, cuestionó el Papa Francisco a los más de 200 mil participantes en la Vigilia de Pentecostés con los movimientos eclesiales de todo el mundo, el pasado 18 de mayo en la Plaza de San Pedro y les pidió que digan el nombre de Jesús para resaltar su rol como el Vicario de Cristo en la tierra.
  • “Quiero escuchar que digan Jesús, Jesús es el Señor, y está en medio de nosotros”, subrayó el Santo Padre y pidió que “desde ahora en adelante no más Francisco, sólo Jesús, ¿Está bien?”.
El Papa quiere que se glorifique a Cristo, pero los mundanos que se dicen cristianos, no tienen memoria. Porque la corrupción del corazón, es un veneno que hace olvidar inmediatamente a Cristo.
 
He visto lugares que para no perder número de seguidores, lo mismo le dan hablar de Dios que luego contar chistes, hablar de lo que dice el Señor en el Evangelio y luego justificar la idolatría... y la mundanidad del diablo. No pierden seguidores, pero se alejan a grandes pasos de Nuestro Señor Jesucristo, y alejan también a los que siguen ese camino. Ya para ganarse el cielo, hay que ser mundano, ¡qué gran disparate!, cualquiera que se deja vencer por respetos humanos, ha cerrado su corazón al Amor de Dios. Multiplican sus seguidores mundanos para complacerles a ellos, es señal de que han fracasado para la misión evangelizadora. 
 
Valorar el trabajo de quienes están en comunión con Cristo y la Iglesia Católica.
 
Se trata también de saber valorar el buen trabajo que hace tantos sacerdotes, religiosos y religiosas, que como ya he referido, que por está muy unidos a Cristo, no se le puede poner en la misma línea quien busca su propia gloria y vanidad, que están entregado a diversos elementos de la idolatría del deporte y mundanidad del diablo. Siempre digo, “idolatría del deporte, o deportiva”, ya que hasta el presente, no se busca la gloria de Dios, ni la vida de pureza y santidad. Más aún, hay algunos que cuando es recibido por el Papa, no están haciendo un digno servicio a Cristo ni a la Iglesia, es el cristiano sin memoria, que ama siempre la mundanidad. Nunca han descubierto, insisto en ello, las enseñanzas del Papa, pues no son espirituales los aduladores, los mundanos, y el Papa si, se entrega a Cristo para llevar el sentido espiritual al mundo entero. Pero los carnales, son sordos y ciegos, desmemoriados.
 
 
No hay rivalidad cuando estamos unidos en el Señor con el mismo sentir de la Iglesia Católica.
 
Luego, por otra parte, yo sí que me he encontrado con una cierta rivalidad en alguna de las redes sociales… Porque cuándo yo más insisto sobre la importancia de vivir radicalmente el Evangelio de Cristo, siempre en la línea de la Santa Madre Iglesia Católica, les encantan desafiar cuando quienes se dicen “católicos” saca uno de sus tesoros que hay en su corazón (cfr Mt 6, 21) como fotos para justificar lo que es contrario al Evangelio de Cristo. ¿Podemos ser insensibles cuando se ofende a Dios de esta manera, o trata de desafiarle? 
 
Nosotros hemos venido a este mundo para santificarnos, y para ello necesitamos permanecer dentro del plan de Dios, y según el mundo no es posible, pues la mundanidad nos arrastra al fracaso más estrepitoso, desastroso, en la que no podemos encontrar luz ni salida. Pero nuestra santificación llega a causar muchas molestias a los “católicos” que tienen su corazón en la mundanidad, no quieren ser molestados, pero nosotros seguiremos con Cristo, y teniendo presente sus intereses.
 
Barrabas o la falsa caridad, la fingida misericordia
 
No olvidemos que también a los Santos incluso algunos de su propia familia de la fe, intentaron hacerles callar. Pero aunque digan que nosotros estamos faltando a la caridad, por respetar la Voluntad de Dios, no lo estamos faltando, ya que queremos e insistimos por la salvación de todos. Y no podemos hacer como hicieron, intentar justificar la injusticia del injusto (Barrabás), para desviar nuestro compromiso con Cristo. Entendamos que en el día de hoy, se defienda los derechos de Barrabás, sin importar herir y maltratar a Nuestro Señor Jesucristo.
 
¿Sabe cuál es la intención? El respeto y la complacencia con la criatura por encima del amor a Cristo, pero quien no respeta a Cristo, tampoco ama ni desea el bien espiritual y eterno a la criatura.  Ya que al defender las imperfecciones de la criatura con la indiferencia, negligencia, al mismo tiempo queda indiferente ante su perdición eterna.
 
El mundano desconoce el sentido de la caridad, pero suele hablar de ella, lo mismo que la misericordia. Recuerda que todos debemos ser misericordioso, pero no vive de acuerdo con Cristo y la Iglesia Católica.
 
(Nota: en los textos de color, tienes que hacer clic con el ratón)
 
Nosotros queremos seguir a Jesucristo y solo a Jesucristo con el mismo sentir de la Santa Madre Iglesia Católica; es decir, con los mismos sentimientos de Cristo nuestro Señor.
 
 
¿Desvestir para revestir a un santo?
 
Continuando con lo que había comenzado a decir más arriba…
 
Luego, hay un pensamiento que no me convence, y es cuando he oído “desvestir a un santo para revestir a otro”. Yo pienso, que es más bien un pensamiento superficial. Pues si leemos la Palabra de Dios: Rm 13, 14; Ef. 6, 10-19; Col. 3, 9-10; 1Pedro 5, 5. Pues se trata de que el cristiano sea como otro Cristo, que nadie puede arrebatarnos la Gracia de Dios. Pero con pensamientos que no proceden del Espíritu Santo, no nos pueden ayudar a conocer los deseos de Dios, por eso, cada uno de nosotros, hemos de revestirnos de Cristo: humildad, mansedumbre, caridad, bondad, rechazo a la mundanidad y a todo tipo de idolatría, etc. Vivir conforme a los intereses de Cristo no hay envidia ni rivalidades. Por eso, si el corazón del cristiano se aferra a la idolatría, cualquiera que sea y a la mundanidad, no están predicando a Cristo, sino así mismo.
 
Por eso, ¿qué sentido tiene la frase “desvestir a un santo para revestir a otro”, estas cosas no pueden sucederse, porque estas almas son como otros Cristo. Y esto es lo que se pretende que sea, Cristo por encima de nosotros. Cuando es así, los asuntos de nuestra fe como las obras de caridad, se hacen sin murmuraciones, rechazando todo egoísmo y todas las demás obras que no tienen relación con Cristo Jesús.
 
Pero no podemos hablar de Jesús con propósitos de intereses mundanos, esta rivalidad debe desaparecer, pues no se relaciona con la fe ni vida de santidad perfecta.
 
Estas palabras son reflexiones, pero no con intención de ir contra el Magisterio de la Iglesia Católica, que es nuestra Madre y Maestra, y todos la debemos inmensa gratitud porque nos lleva a Cristo, nos purifica de nuestros pecados, nos aparta de toda mundanidad e idolatría, que siempre nos facilita nuestro encuentro para con Cristo Jesús nuestro Dios y Salvador.
 
Si en alguna ocasión, he dicho nombres y apellidos, me avisen, y corregiré.
 
El corazón mundano siempre se siente incómodo, muy molesto. El corazón mundano, la mentalidad del hombre viejo no acepta a Jesucristo, se angustia. Desearía que de ciertos asuntos no se hablase nunca, ya que tiene toda su “alegría” y “paz” no por la comunión y la unidad con Cristo, sino con la mundanidad.
 
Si el corazón desea dejar de sufrir, que se haga uno con Cristo y encontrará la verdadera paz y alegría.
 
  • San Jerónimo: «Cuando se escribe contra los vicios sin nombrar personas, todo aquel que se enoja, se acusa a sí mismo(Apol. adv. Ruf.. sent. 50. Tric. T. 5, p. 247.)
 
Enojos precisamente, que oigo más fuera de estas redes  sociales, aunque algunos se lamentan y contradicen, Pero ¿me contradicen a mí? No, contradicen a Cristo, cuando mezclan lo sagrado y lo profano en el mismo nivel.
 
Ciertamente, así mismo se delata todo aquel que no tiene interés por Cristo, en vez de corregirse así mismo, pretende hacer callar. Y es que hay personas que se sienten muy dolidas, molestas, porque se han acostumbrado a una vida totalmente superficial, negligente, descuidados en su vocación. En todo lo que escribo nunca se ha tratado de hacer desprecios a ninguna persona. Pero se siente despreciada y dolida como queda dicho, con una amargura en el corazón, cada vez que se hace recuerdo de los intereses de Cristo, con el mismo sentir de la Iglesia Católica. Si uno se habitúa a las deformaciones litúrgicas, no desea vivir la radicalidad de la fe, prefieren la oscuridad que la luz. Día a día, los atropellos litúrgicos, deliberadamente. Insisto, no se hace desprecio a las personas, sino a las obras que son contrarias a la Voluntad de Dios y enseñanzas de la Iglesia Católica.
 
Yo voy leyendo y meditando las enseñanzas del Santo Padre Francisco, y veo que mis escritos están también en esa línea. Pero las protestas y lamentaciones es hacia mí, cuando el Papa sabe decir las cosas por su nombre, y con todo acierto, gracias a Dios; pues así tampoco me desvío en mis escritos, buscándome a mí mismo, sino la gloria de Dios y la salvación de todas las almas. Pero protestones siempre habrán en todas partes, porque quieren salvarse sin renunciar a sus vicios y pecados, sin renunciar la idolatría del deporte y la mundanidad del Maligno.
 
La corrupción del corazón aleja de la vida de oración, que se pierda la memoria de las enseñanzas de la Iglesia Católica, un olvido y rechazo a la Palabra de Dios que leemos en las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, el cristiano no debe tomar parte de las obras de las tinieblas, pues como hijos de la Luz, que debemos ser, necesitamos obedecer a la Iglesia Católica para permanecer en el Amor de Dios. Pues la desobediencia nos aparta de Dios, y en la desobediencia es no dejarse guiar por las instrucciones del Magisterio, por ejemplo, en la liturgia. Pues si hay algunos que no obedecen a las normas canónicas, llega a lamentarse, porque no esta unido a Cristo, y hace las cosas como quiere hacerlo, que son distintas a las instrucciones canónicas de la Iglesia Católica. El hombre viejo constantemente, ve un daño personal cuando se hace recuerdo de la importancia de obedecer a Cristo nuestro Dios y a la Santa Iglesia Católica.
 
Decir la verdad siempre con caridad, así la decía Jesucristo, los Apóstoles los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica, pero que quienes optaron por el camino ancho, la propia voluntad, veían incluso en los sermones del Santo Cura de Ars, en la doctrina de San Alfonso María de Ligorio como algo que debe rechazarse, porque esto le quitaría los deseos de la superficialidad, del hombre viejo. Pero el superficial, el alma tibia no suele reconocerse su estado tan lamentable. Se sienten juzgados, cuando en lo que nos lleva a Cristo, debe ser un medio de perfección y santidad.

El mundano acepta la adulación cuando cree que está haciendo las cosas correctas, lo agradece mucho, por el contrario, si el mundano cuando deja claro un error en lo que piensa o escribe, no se le adula, sino que se le muestra el error, llega a perder la paciencia y protesta, se amarga, se duele, porque no se une a Cristo. 


No es lo mismo agradecer la adulación que la gratitud, el adulador busca sus propios intereses, pero quien está agradecido a Dios, y lee texto doctrinal, o el testimonio de una hermana, de un hermano, lo agradece, pues está en comunión con Cristo y la Iglesia Católica; nunca con el mundo. Por lo  que yo nunca me doy por adular a nadie.
 Tengamos presente estas palabras del Papa Francisco: Cuidarse de los hipócritas y aduladores Las palabras del Papa, confirman claramente todo lo que pienso y escribo, pero que entre los lectores, no desearían leer cosas así. Y para no continuar leyendo, ya no se acerca más a ti. El Santo Padre tampoco se deja engañar por los hipócritas y aduladores cuando se les acercan. Pero el adulador, no se dá por enterado de sus errores, así que no cree la necesidad de corregirse, y no se corrigen.

La verdad hablada con respeto y caridad, para algunos llegan a ser un desprecio y amargor del corazón.
Aquí, en esta reflexión, leemos también a San Pablo a los Efesios, el motivo de nuestro combate… Del tratado de San Isidoro de Sevilla, sobre los oficios eclesiásticos 
Nuestro combate es claro, es contra todo lo que nos separa del Amor de Cristo, es lo que hay en este blog.
Pensamientos del arzobispo de Valencia: Carlos Osoro:  Siempre acogiendo a Jesucristo - Archidiocesis de Valencia
  1. Busca el sentido de la vida y de su orientación en Jesucristo: se necesita para crearla, sentirla, defenderla, disfrutarla y multiplicarla.
  2. Mira, ve, juzga y decide junto a Jesucristo: se necesita cultivar el corazón, es decir, la bondad, el calor humano, las relaciones amplias, abiertas y positivas. No se pueden dejar espacios a la envidia, al rencor, a los prejuicios y negativismos.
  3. Toma opciones inequívocamente evangélicas junto a Jesucristo: Si para Dios nada hay imposible, tampoco para los creyentes si contamos con Él; si estamos unidos a Cristo nuestro Dios y Salvador. 
Leer también este otro capítulo haciendo clic: Acoger a Cristo en nuestra vida, siempre. 
Insisto, en este blog no hay rivalidad, ni resentimiento hacia nadie, quien sea. Si alguien lo interpreta erróneamente, o lo ve así, que rece por mi conversión. Pues si no hacen caso al Evangelio de Cristo, yo no espero que me hagan caso a estos con mis pobres escritos.

 

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