Tercer Domingo de Adviento (2013)

Ya estamos en el Tercer Domingo de Adviento, nuestra fe tiene que seguir adelante, creciendo por la Gracia de Dios.

Quien ama a Cristo es porque le ha conocido, ha dicho Sí al Señor, le ama, le obedece, pues a pesar que nuestros pecados nos hace indignos, cuando dejamos que el Señor entre en nuestra vida, porque nos ama, ya formamos parte de Él.

Quien vive según Jesucristo nunca se sentirá confundido ni defraudado; en la pobreza, pero a partir de nuestra pobreza, somos enriquecidos por Cristo. Mientras que los hijos de este mundo, con toda su riqueza, al olvidarse de Cristo, no son los verdaderos ricos ante los ojos de Dios. Que al final, no puede llevarse ni la más pequeña de las monedas.

Los domingos y días festivos, son días especiales, porque podemos aprovechar de las horas, para estar más tiempo en la oración y meditación.

La alegría cristiana es auténtica, vivimos conforme a la Vida de Gracia, nuestra unión con Cristo Jesús.

Recomiendo las siguientes reflexiones espirituales:

• «La alegría cristiana tiene un sólido fundamento: el Señor está cerca; viene a liberarnos del mal y del pecado, a darnos ánimo, a sostener nuestra esperanza.» EVANGELIO DOMINICAL: "Dichoso el que no se siente defraudado por mí"

• «Cada día más, necesitamos el silencio expectante y lleno de Esperanza que sólo se puede encontrar en el desierto y en un humilde establo de un pueblo perdido del Imperio Romano. » Ir aquí: Nos parece increíble lo prometido por Dios. San Agustín